Los parecidos, en ocasiones, son asombrosos. Cuántas veces han dicho eso de “el otro día estaba en tal sitio y vi a alguien que era igual que tú”. A veces no vendría mal tener un doble que realizase todas aquellas tareas que a uno no le apetece hacer. Aunque seguro que si tuviésemos un gemelo, nos molestaría sobremanera que nos confundiesen constantemente.
En el día a día, también observamos elementos que nos recuerdan a otros objetos que utilizamos en la vida cotidiana. Muchas veces incluso nos sorprende el parecido y se nos escapa una sonrisa al comprobarlo. ¿Quién no lo ha hecho cuando, observando un cielo con nubes, de repente ha percibido en alguna de ellas un paralelismo con algún elemento, ser u objeto de la realidad?
Para el grupo artístico Tanello Production, las conversaciones habituales con la gente de la calle se convierten en fuente de inspiración. Son de esos coloquios particulares de los que extraen las ideas para la creación de vídeos. Y los parecidos asombrosos están entre ellos. Por esta razón, uno de sus últimos trabajos artísticos está basado en esa similitud razonable entre objetos.
Una galleta que recuerda la tapa de una alcantarilla, un helado que recuerda a una bombilla de LED, un conjunto de globos que parece un racimo de uvas… cualquier parecido es pura coincidencia. Realmente, la pregunta que planea por la mente del lector es ¿qué se parece a qué? Es casi como plantearse ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Se parecen las uvas a los globos o los globos a las uvas? ¿El cocinero que horneó la galleta estaba pensando en una alcantarilla cuando lo hizo? ¿El diseñador de la bombilla LED se estaba comiendo un helado cuando le vino la inspiración? La única verdad es que sus semejanzas están ahí, a la vista de todos. Y Tanello nos las muestra, como si de un espejo entre las dos imágenes se tratase.
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