Hay dos universos que mueven montañas. Uno de ellos, el Galáctico, tiene aún largo camino por recorrer hasta que su nueva entrega vea la luz en diciembre. El otro, el universo de cómics Marvel, por suerte, ya está aquí de nuevo. El hype ya venía siendo hasta incómodo, pero Los Vengadores: La era de Ultrón ha llegado por fin a España. No diremos que las expectativas no eran elevadas, no. Pero Los Vengadores se han vuelto a superar: peliculón de aplauso mayúsculo, señores.
Las comparaciones son odiosas, ya se sabe, pero es imposible no recaer en el hecho de que a la primera parte de Los Vengadores le faltaba algún que otro punto. Pues bien, se lo vamos a perdonar TODO, porque su secuela en la era de Ultrón han tirado la casa por la ventana con un guión claramente mejor: mucho más fluído, menos lento y con un porcentaje cómico muchísimo más elevado que el anterior y que mejora la cinta exponencialmente.
La película arranca ya con el espectador agarrado a la butaca no solo a nivel de acción, con todo tipo de artilugios a los que los Vengadores nos tienen acostumbrados, sino también a nivel de realización: el primer plano secuencia de Avengers vs. Enemies es de caerse de culo y arrastrarse durante 2-3 minutos. Literal. La película arriesga y lanza, sin miedo, una bomba de relojería, casi un videojuego, desde el minuto 1. ¿Podría haber salido mal este pelotazo de escena como primer plato? Pues sí. Pero no es el caso y la culpa la tiene Joss Whedon, director de la orquesta de patadas, emociones y frases para el recuerdo que se suceden sin descanso en las dos horas y media que dura la película.
Los Vengadores: la era de Ultrón tiene muchas cosas buenas, casi todas. Una de ellas y la que más la diferencia de la primera es su profundización en el alma de los personajes. Algunos de ellos quedaron demasiado a medias en la primera cinta y sin duda en ésta se les ha hecho justicia. Además, las nuevas introducciones no pueden estar mejor presentadas: los gemelos, La Visión (con un Paul Bettany absolutamente espectacular) e incluso la voz de Ultrón (maravilloso James Spader) pasan directamente al top de películas de superhéroes.
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La cuidada relación grupal de todos los integrantes de la banda de superpoderosos es el punto fuerte de la cinta: la camaradería, las relaciones interpersonales
y, si me lo permiten, sentimentales inundan también una cinta que a priori podría saltárselas todas pero que decide no hacerlo y acierta de todas, todas jugando a humanizar del todo al superhéroe: nunca hemos visto a un Hulk tan adorable, ni a una Natasha Romanoff tan emotiva, ni tampoco de esta manera las constantes labores educativas del resto hacia el mal hablado del Capi. Todo aderezado con un humor bastante descacharrante que marca un antes y un después con la primera cinta.
Un humor que no solo juega sus cartas en forma de diálogos entre personajes protagonistas, sino también con guiños constantes hacia películas (concretamente una, muy muy famosa y muy entrañable y conocida por todos) de otro género: la frase “I’ve got no strings on me!” se repite unas cuantas veces en Los Vengadores: la era de Ultrón,
incluso con la voz del personaje que originalmente la decía años, muchos años, atrás. ¿Os suena de algo? Una pista. La primera vez que suena esta frase en Los Vengadores: la era de Ultrón, el refugio de HYDRA sale en pantalla. Estad atentos porque cuando escuchéis la voz del adorable personaje veréis la película de otra forma. La referencia es clarísima, introducida de manera magistral y toda una grata sorpresa para los que, como servidora, fuimos vírgenes a la sala de cine sin ver tráilers, ni nada.
Joss Whedon ha conseguido algo no tan fácil: una adaptación para todos. No es necesario ser un experto en el universo Marvel para entender, disfrutar e incluso venerar la película. La doble vertiente que tiene esto, es que puede generar malas críticas por parte de los fanáticos de los cómics, pero a Whedon no se le escapa que está filmando un blockbuster y tener las ideas tan claras, nos pongamos como nos pongamos, es de admirar. La dirección de Los Vengadores: la era de Ultrón es más que un ejercicio cinematográfico, un regalo. Un regalo de un admirador del cómic (Whedon) a otro admirador que está sentado en la butaca. ¿Y cuál es la reacción más humana y primigenia ante un regalo? Pues abrir la boca. Y no de sueño, precisamente.
