Desde la lejana Melbourne llegan unas máquinas muy coquetas. El artista Daniel Agdag es el artífice de unos modelos y maquetas muy originales, fruto de sus sueños e imaginación. Basándose en mecanismos muy simples y fáciles de articular desarrolla unas maquetas que poco a poco se convierten en estructuras más complejas y duraderas camufladas bajo la apariencia de formas de la vida cotidiana.

El artista australiano siempre se ha sentido interesado por los aviones y los aparatos voladores. Todo tiene su origen en el momento en el que su madre decide emigrar desde Europa a Australia y allí se instala definitivamente. Esa idea de “escape” a través de naves que sobrevuelan el cielo siempre le gustó e incluso soñaba con volar hacia su propio destino cuando fuera mayor como hizo su progenitora.

Creatividad y capacidad voladora se unen así dando rienda suelta a la invención de nuevos artefactos y vehículos voladores que la ingeniería debería desarrollar en cualquier momento.