Durante el próximo otoño, la Casa Vicens, primera residencia de Antonio Gaudí en Barcelona, será abierta al público, por primera vez, para poder ser visitada. En el año 2014, la propiedad fue adquirida por la entidad MoraBanc la cual tiene pensado dar un uso cultural al inmueble, lo que le aportará unas 150.000 visitas al año o unas 500 visitas al día distribuidas en recorridos de 25 personas que durarán media hora. El proyecto de restauración ya lleva tiempo en marcha en el que se han invertido unos cuatro millones de euros para su recuperación.

Antonio Gaudí comenzó a trabajar en este edificio en el año 1878 y no fue hasta 1888 cuando la finalizó por completo. El encargo provenía de un fabricante de baldosas y azulejos llamado Manuel Vicens Montaner, quien deseaba una buena casa donde se instalase su familia durante la época estival que a la vez albergase un bonito jardín. El genio arquitectónico se puso manos a la obra para realizar un edificio en estilo neomudéjar, con una fuerte personalidad marcada por dos variables exteriores: por un lado, los colores, por otro, el remate superior de las fachadas. Cabe decir que la policromía exterior viene dada por el empleo de azulejos de colores que, por una parte, aluden a la profesión del dueño de la casa y, por otro, enlaza con el empleo de este material en la arquitectura árabe española.

Los detalles en el empleo del ladrillo visto, un material pobre, con las formas reinterpretadas y asimiladas de los restos de la arquitectura árabe que se pueden encontrar por muchas zonas de la Península, dan un aspecto orientalizante roto por el singular uso de la azulejería que le da un aire mucho más comestible, como si de una tarta se tratase. Al interior, el empleo de mocárabes realizados en yeso, que recuerdan a la cúpula de la sala de los Abencerrajes o a la sala de las Dos Hermanas de la Alhambra granadina, las celosías de madera de las ventanas y las puertas de madera traslada al visitante a la época dorada de Al Ándalus. Solo hay algunos detalles que traen recuerdos medievales como es el uso de los preciosos artesonados de madera en amplios techos de las estancias.

Los arquitectos encargados de la reforma en Casa Vicens de este lugar histórico son José Antonio Martínez, David García y Elías Torres. La idea principal es eliminar los añadidos posteriores que el edificio sufrió en 1925, cuando la familia Jover transformó la vivienda en una casa para tres familias, y en las sucesivas.  En principio, el edificio constará de una exposición permanente, donde se narra la historia de la casa y se podrán visitar algunas de las estancias, así como una zona para exposiciones itinerantes.

Una reforma que, sin duda, recuperará la fisonomía primigenia de la edificación y donde el espíritu del joven Gaudí aún perdura para las generaciones posteriores.