El tiempo de ‘vida útil’ de una bolsa de plástico es de apenas unos 15 minutos.
¿Sabéis cuánto tiempo tarda sólo en empezar a biodegradarse cada una de esas bolsas? Unos 450 años.
Ahora multiplicad ese número de años, por las cinco mil setecientas millones de toneladas de plástico que no se reciclan en cuanto se desechan, y que además desembocan en unas ocho millones de toneladas de plástico en el mar. No sé vosotros, pero en Malatinta no nos salen las cuentas.
Al ver este titular probablemente habéis pensado ‘WTF?’, abreviatura de la expresión mainstream ‘What the Fuck?‘ o, lo que viene siendo lo mismo, ‘¿Pero qué coño? o ¿Pero qué cojones?‘ en castellano del de toda la vida, aunque suene un poco menos fino.
Pues sí. Un velociraptor está luchando en las redes de forma viral para acabar con las corridas de toros.
Todos y todas escuchamos en los medios la situación de algunos países. Vemos y compartimos vídeos sobre las desgracias de otros lugares, sin embargo, ¿alguna vez te has planteado qué ocurriría si el país que estuviera siendo bombardeado o en guerra, fuera el tuyo?
¿Qué ocurriría en tu ciudad si cayera una bomba nuclear?
¿Cómo quedaría tu casa o tu barrio? ¿Se verían afetados tu familia y amigos?
Nukemap te lo enseña. Es un mapa interactivo en el que puedes ver cómo se vería afectada tu zona en el caso de que lanzaran una bomba nuclear.
“¿Esclavos?” Pensarás. “Si tuviera esclavos no pondría yo la lavadora los domingos de resaca”
La mejor arma de esta sociedad es hacerte creer que tú no tienes la culpa, que no puedes hacer nada por esa pobre gente que lo pasa mal al otro lado del planeta (o del parque de tu barrio).
El primer paso para darnos cuenta de que eso no es así, es tomar conciencia del importante papel que cada uno de nosotros juega en este tablero de ajedrez llamado mundo.
Respondiendo tan sólo a unas preguntas sobre nuestro estilo de vida en Slavery Footprint , son capaces de hacernos entender a golpe de click cuántas personas trabajan como esclavos para que nosotros podamos tener un smartphone de última generación o esos vaqueros que pillaste súper baratos en rebajas y que tanto te gustan.
¿Sigues pensando que no tienes esclavos? ¿No entiendes de qué estamos hablando?
Métete y comprueba si la huella que dejamos en nuestro entorno es realmente la de un peón, o la de un rey.