Con la segunda semifinal vista para sentencia, comienza la cuenta atrás para que la 62 edición del certamen de comienzo este mismo sábado a las 21:00 de la noche. Tras la clasificación el miércoles de Moldavia, Azerbaiyán, Grecia, Suecia, Portugal, Polonia, Armenia, Australia, Chipre y Bélgica, se suman a la lista de 26 finalistas Bulgaria, una de las favoritas, junto a Bielorrusia, Hungría, Israel, Dinamarca, Holanda, Noruega, Austria, al igual que Croacia y Rumanía, con sus respectivos esperpentos, amén de nuestro representante Manel Navarro.

LOS FAVORITOS

Esta semana se publicaba un ranking elaborado por Google, según las búsquedas realizadas por los usuarios a través del buscador, y por el que situaban a Francia, con la cantante Alma y su tema ‘Requiem’, en primer lugar por delante de Italia y Bulgaria, con el jovencísimo –y gran revelación de la segunda semifinal- Kristian Kostov con la delicada ‘Beautiful Mess’ . Las casas de apuestas coinciden en mayor o menor medida con el ranking de Google, situando a Francesco Gabbani y su ‘Occidentalis Karma’ como vencedor de la noche.

Pero más allá de estos tres representantes, el sentir en las redes amplia este abanico de favoritos y se habla de Bélgica, abanderada por Ellie Delvaux en una suerte de pseudo-imitación de Adele con tintes electrónicos –pudiéndose extrapolar a cualquier cantante británica de los últimos 5 años- que defenderá su tema ‘City Lights’.

Salvador Sobral, representante de nuestros vecinos portugueses –adivinen a quién irá a parar nuestros 12 puntos- y su ‘Amar pelos dois’, que juega el papel lacrimógeno de esta edición, no solo por la fina y preciosista melodía, sino también por los graves problemas cardiacos padecidos por el cantante. Preparen sus pañuelos.

El guaperas de turno, Robin Bengtsson, viene de parte de Suecia, favorita con ‘I can’t go on’. Aunque es más que probable que el público haya reconocido el plagio encubierto del exitazo ‘Can’t Stop The Feeling’ de Justin Timberlake. El parecido es tan insultante que extraña que siga en concurso, aunque el tema es muy del gusto de los fans eurovisivos. Veremos qué pasa.

También se cuela como cada año Azerbaiyán, con una canción 100% Eurovisión. La canción ‘Skeletons’ de Dihaj mezcla épica y electrónica con una portentosa voz. Nada nuevo bajo el Sol.

LOS ESPERPENTOS

En cada edición, la organización y las distintas delegaciones nos deleitan con algunas de las actuaciones más sonrojantes y cargadas de un fuerte componente de vergüenza ajena. Algo que se ha convertido en santo y seña del concurso, tan inherente a él como el fracaso anticipado de nuestro representante.

La eliminación de Slavko Kalezić, representante de Montenegro y su esperpéntica coleta, deja un poco más huérfano este apartado. Aunque tendremos el gusto de disfrutar aún, de varias abyectas actuaciones que, sin duda, harán taparse los oídos al respetable hasta que en una semana caigan en el olvido, afortunadamente.

Moldavia repite representante, como ya hicieran en Oslo en 2010, con el trío Sunstroke Project y su ‘Hey Mamma!’ Con una coreografía simplona y una canción que pretende imitar las pegadizas melodías de Parov Stelar mezcladas con los sintetizadores de Kygo -o alguno de los múltiples productores que radian los 40 principales-. Si no les fue bien entonces ¿por qué volver?

Rumanía, en su eterno afán de no dejar indiferente a nadie, vuelve a tirar de histrionismo con el dúo formado por Ilinca y Alex Florea, mezclando, hip-hop, rap con canto tirolés en este ‘Yodel It’, que no hace más que reforzar los estereotipos del certamen.

Croacia cierra este magnífico trío de ‘temazos’ con su representante Houdek, que bien puede hacer un falsete ‘castrati’, como cambiar de registro al de un tenor de segunda categoría. Toda una declaración de intenciones este ‘My Friend’,  para una de las estrellas del pop del país balcánico.