Ilusión, ganas y sueños por cumplir, conforman la receta perfecta para triunfar en el difícil mundo del arte. Una receta que bien mezclada cocina el mejor plato y, que a la artista que os traemos hoy le sobra. Jess Vainilla, quizás aún no os suene, pero su trabajo basado en las técnicas más tradicionales la ayudarán a destacar de entre un amplio abanico de jóvenes artistas.

En un momento en el que el arte digital está en cabeza, debido a la rapidez y a las necesidades exigidas por los clientes, las técnicas más tradicionales poco a poco se van quedando olvidadas en el banquillo, pero cuando conocemos a artistas como Jess nos sentimos obligados a hablar con ella. Porque nos gusta la creatividad, frescura y el arte más tradicional, hoy os presentamos a Jess Vainilla.

¿Quién es Jess?

Una chica creativa que usa la imaginación y los colores para transmitir al resto cosas que la pasan, cosas que siente, o algo que la es imposible expresar con palabras.

Este mes el pattern de Malatinta está realizado por ti, ¿qué quisiste reflejar en él?

Es sólo una pequeña reinterpretación del logo de Malatinta disfrazado de gafapasta; una ilustración bastante sencillita, en la línea de mis dibujos que no suelen ser recargados.

Si tu vida fuera una película, ¿cuál sería?

La cosa se complica. Todos tendemos a creer en nuestro pleno egocentrismo que nuestra vida «es de película» y que a cada uno nos pasan cosas súper excepcionales; de hecho, yo también me creo que tengo mi propia película.
Me conformo con protagonizar la que vivo, pero de poder elegir, me gustaría estar en alguna película de Woody Allen, o alguna otra argentina de amor y (des)encuentros.

¿Por qué decidiste estudiar Bellas Artes?, ¿piensas que las universidades se adaptan a las nuevas tendencias y tecnologías?

JesusEn el bachillerato entré de rebote, incluso eché los papeles fuera de plazo. Me animó mi profesora de Plástica del instituto porque decía que valía para eso, yo ni si quiera me lo había planteado aunque me gustase y se me diera bien. Desde siempre tuve en mente hacer veterinaria… Luego una vez ya en el bachillerato artístico, no me asustó la idea de seguir por ese camino.
Respecto a si las universidades se adaptan a las nuevas tendencias y tecnologías, no voy a generalizar, pero desde mi experiencia puedo decir que es verdad que algunas quedan obsoletas en recursos y metodologías.
También es cierto que las nuevas tecnologías requieren un gran inversión, pero ¡ojo! lo que yo he invertido en matrículas no ha sido poco.

Si tuvieras que elegir al artista que más ha influido en tu obra y estilo, ¿cuál sería?

Agüita con la pregunta. No sabría bien que decirte, todo empezó con unos libros de Clara·Tanit y Alberto Vázquez.
Influencias podrían ser muchas, la verdad, aunque más que influencias son personas que te motivan a hacer lo que haces diría yo. Ahora, con las redes vas enlazando de artista en artista, y es un sinfín…
Me gustan Aitor Saraiba, Noemí Villamuza, Paula Bonet, Liz Clements, me gusta lo que hacen, veo sus trabajos y me motivan a dibujar, pero siempre intentado ser original y diferente.

Tus ilustraciones se caracterizan por la capacidad de adaptarse a cualquier material y soporte, ¿piensas que aún no has encontrado el lugar idóneo?

En parte a veces depende del discurso; la madera por ejemplo me gusta mucho porque ofrece un lenguaje propio.
Las blondas de pastelería son también grandes aliadas, delicadas y poéticas, como mis ilustraciones.
No tengo un soporte predilecto, depende de todo un poco. El factor económico también es importante, hubo un tiempo en que me dediqué sólo a dibujar en pequeños cartones que encontraba por casa. También trabajo en digital, pero menos, es mucho más frío y soy más analógica.
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Como tu misma señalas, estas «intentando» hacerte un hueco en el mundo de la ilustración «ahora tan de moda». ¿Crees que ahora el futuro está en la ilustración? ó ¿aún existe el pintor de galería?

Uhmmm… estamos en una época en que consumimos muchas imágenes para bien o para mal, pero a la vez que hay mucho «consumo visual», también hay mucha competencia, muchos creadores.
Si que sigue existiendo el pintor de galería, pero parece ser que el ilustrador está ahora más cercano a todos los públicos; a lo mejor un chaval o chavala no te saben decir un artista contemporáneo, pero sí un ilustrador/a, aunque la persona a la que preguntemos no esté ligada al mundo artístico.

Hoy en día, las oportunidades laborales son más bien escasas y la cultura está relegada a un punto y aparte, me siento obligado a hacerte una pregunta, y es que, ¿en España hay futuro para el artista?

¡¡Si alguien sabe como se hace eso, que me lo diga por favor!!
Faltan galerías, a diferencias de otros países donde podemos encontrarlas en cada esquina, faltan oportunidades para artistas emergentes, pero sobre todo, falta interés y un público al que dirigirse.
Lo dijo Juan Castaño en vuestra entrevista: «La ilustración creo que sigue siendo considerada por muchos como un arte de segunda[…] No tiene el reconocimiento que se merece dentro del mundo del arte y por muchos artistas incluso». Echo en falta quizás más oportunidades, pero las galerías a fin de cuentas son negocios, si no tienes ya un nombre, lo veo complicado.

Cuando te sientas sobre la «temida hoja en blanco» ¿qué se te pasa por la cabeza?

A parte del miedo a cagarla, pasan cosas que ya pasaron la noche previa antes de dormir por mi cabeza. Cosas que siento, tras mis ilustraciones siempre hay un impulso, un sentimiento que no fue azaroso, sino testigo.

Ilustraciones en las que los animales adquieren el papel protagonista, ¿por qué ellos?

Ayyy, la espinita de veterinaria. Soy animal y animalística a tope. Los dibujo, porque son incluso más sensibles que nosotros, sólo que ellos no pueden dibujarse.
Uno de mis primeros proyectos que realicé estando aún en la facultad, Antropomorfos, muestra animales con cuerpos de personas, con esa dialectica del doble sentido, preguntándonos, cual de los dos es más humano o más animal…
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 Todo artista se nutre de sueños. Cuéntame el tuyo.

Ay, ojalá algún día la gente reconociera mis ilustraciones en un libro, en un anuncio, en una portada de un disco… Para mí «vivir del arte» es demasiado utópico-complicado, me conformaría con lo anterior. ¡Ah!, también me gustaría llegar a tatuar, lo intentaré; aunque el miedo a no poder rectificar me puede, una piel es mucho más que un papel, y ¡no se borra! pero me encantaría intentarlo.

Si tuvieras que elegir un momento de tu vida, por ¿cuál te decantarías?

Nunca supe contestarlo, ni sabré.

¿Qué nos depara Jess Vainilla?

Ojalá que grandes cosas. Trabajo a diario en ello, y voy a seguir intentándolo, aquí o algo más lejos. Estoy empezando un proyecto que puede ser que sea algo más grande, pero no digo más por si al final se queda en menos… También colaboro con ilustraciones en algunas revistas y fanzines, y ahora, he empezado con el mundo de las camisetas, totebags y demás, a ver como nos va con ello.