El mar es uno de los destinos preferidos del público en general durante el verano. El buen tiempo, las altas temperaturas y la necesidad de refrescarse convierten los dominios de Neptuno en la mejor opción para descansar y pasar parte del estío. Sentarse en la orilla del mar, escuchar el vaivén de las olas, respirar ese olor a salitre tan característico, bañarse en sus aguas, jugar con las olas… todos y cada uno de esos momentos permiten disfrutar por completo de la magia del agua y contemplar sus secretos.

Por estos y otros tantos motivos, el mar se ha convertido en el escenario preferido de la fotógrafa Zena Holloway. Y no es de extrañar. Zena es una artista británica que conoce muy a fondo la belleza y el poder de seducción del agua. Cuando apenas tenía 18 años, Zena Holloway decidió trabajar como instructora de buceo por diferentes lugares del mundo. Su profesión le llevó a tomar contacto con el cine y la fotografía subacuática por casualidad. Y de esa simbiosis entre imagen y agua nacen sus espléndidos trabajos.

Las instantáneas de Zena Holloway están cargadas de un complejo trasfondo subconsciente. Esa complejidad se manifiesta en la relación que se crea entre el espectador y el fondo de la imagen. Simplemente, con una imagen fija o en movimiento, Zena Holloway puede crear un mundo acuático mágico, diferente y sorprendente. Pero el resultado, siempre muy subjetivo, puede despertar diferentes tipos de reacción en el espectador que la observa.

Los trabajos de Zena Holloway han servido para ilustrar campañas de Nike o Pepsi, se han podido observar en Paris Match o The Sunday Times. También se han expuesto en galerías de Londres, Suecia, Canadá, Países Bajos, Corea del Sur, Rusia o Estados Unidos. Su fama es conocida internacionalmente. Sin embargo, ello no quiere decir que, como artista, se siga reinventando y experimente en diferentes campos. Pero siempre con el mar como musa de su inspiración y telón de fondo.