Desde que nacemos intentamos encontrar parecidos constantemente, aunque a veces no los encontremos. Retratos genéticos a partir de fotografías de familiares, esa es la idea que ha tenido el fotógrafo canadiense Ulric Collette. Llegando a la conclusión de que el parecido físico entre hermano-hermano y hermana-hermana es mucho mayor de lo que se piensa.

Nacido en 1979, este artista estudió arte y diseño gráfico. Actualmente trabaja como director en un estudio de comunicación en la ciudad de Quebec. Sus obras han sido recogidas en diversas revistas, libros y sitios de Internet, consiguiendo que su último trabajo Portraits Génétiques apareciera publicado en el Huffington Post, despertando bastante interés y curiosidad entre sus lectores.

Partiendo de fotografías tomadas a miembros de su familia ha realizado combinaciones que muestran que la genética es más que caprichosa. Uniendo las mitades de las imágenes se comprueba que se pueden capturar características faciales muy parecidas, por ejemplo, a través de una sonrisa, una forma nasal o labial, el pelo e incluso la forma y tamaño de los ojos. Sorprendente es uno de los retratos de una madre y su hija donde el parecido es asombroso.