Si en muchos de nuestros artículos hemos hecho referencia a esas viviendas pequeñas, compactas pero útiles para el día a día, en el artículo de hoy todo eso va a quedar reducido a un mínimo espacio. Desde la ciudad de Quito, el Sindicato de Arquitectura ha realizado un proyecto en el barrio de San Juan denominado Casa Parásito. Si bien pudiese compararse su ubicación a un pequeño insecto instalado en la piel de su huésped, este espacio sólo cuenta con 12 metros cuadros pero muy bien aprovechados.

Casa Parásito alberga así en su interior un baño, una cocina, un dormitorio, un comedor y espacio de almacenaje. ¿Cómo? Pues la idea nació y fue pensada para cubrir todas las necesidades de una persona o una pareja en una habitación. Por ello, esta “vivienda” se ubica en una azotea, como un proyecto de estudio para entender y poder comprobar si todos y cada uno de los elementos que la componen son suficientes o escasos para habitarla.

La estructura empleada en Casa Parásito recuerda a una cabaña de bosque, conformada en un tejado a dos aguas como si de una tienda de campaña se tratase. En ambos frentes triangulares se sitúan dos cristaleras, una con una impresionante vista hacia la ciudad de Quito, y la otra en cristal opaco para guardar la intimidad de sus habitantes.

Al interior, la madera recubre toda la superficie de Casa Parásito y le otorga el aspecto cálido que necesita para ser habitable. La organización del espacio se articula en torno a dos alturas. En la primera, se sitúa el baño y los armarios, en sendos módulos o habitáculos para diferenciar los espacios, la cocina y el salón. En la segunda, la cama y unos módulos de almacenaje.

Sindicato de Arquitectura crea así un espacio útil donde sólo tiene cabida lo básico para vivir. Casa Parásito se concibe como un lugar donde “el pobre es aquel que necesita mucho”, el espacio necesario para realizar la vida cotidiana, eliminando todo lo que resulta artificioso y con una inversión económica suficiente para garantizar un hogar donde vivir.

Fotografía Pablo Olalla, Andrés Villota.