Seguramente ya estés disfrutando de las tan merecidas vacaciones de verano o estés apunto de meter los pies en remojo. La mayoría de lo españoles disfrutan de sus vacaciones en época veraniega, despreocupándose de casi todo y centrándose en pasarlo bien, descansar y disfrutar. Pero una vez que volvemos a nuestra rutina diaria es cuando toca hacer balance y surgen los remordimientos de lo que pudimos haber hecho y, sin embargo, no lo hicimos.
Remordimientos que afloran, aunque intentemos hacer todo lo posible para que no sea así, dietas fallidas o ahorros «mal gastados» son algunos de los principales pensamientos que vienen a nosotros para hacernos aún más complicada la vuelta a nuestro día a día. Ahora un estudio nos demuestra que la realidad no es así, sino que lo que más lamenta los españoles es no haber ligado.
A todos los encuestados se les pidió en primer lugar que hicieran una lista de cuáles habían sido las cosas de las que más se arrepentían después de unos días de vacaciones. Sorprendentemente el 60% se arrepentía de no haber ligado, frente a un 47% que se quejaba de volver lesionado o con pequeñas molestias o dolencias. Otro de los grandes males de un buen verano es haber engordado. Un 45% se lamentaba de ello y de haber gastado más dinero del que preveían (43%)
Verano: el mal amigo de las relaciones sentimentales
Es bien sabido que el verano aumenta las probabilidades de que romper con tu pareja, de echo el 40% se arrepiente de haber discutido en exceso, de haberse enfadado con un amigo (17%) o, incluso de haber sido infiel 20%. No nos podemos olvidar de que cuando hay niños de por medio suele acrecentarse los nervios y el estrés de estar con ellos todo el día, provocando haber sido demasiado estricto (31%). Enfados, nervios y estrés pueden conllevar a que luego nos arrepintamos de no haber aprovechado mejor el tiempo (25%).
Tan sólo el 14% dijo que nunca se había arrepentido de nada de lo que hizo en vacaciones.
Una vez que habían realizado su lista, a todos los encuestados se les preguntó si durante un puente o unas vacaciones habían tomado alguna decisión que hubiera cambiado su vida, a lo que más de dos tercios contestaron que sí. Las más comunes fueron estas: divorciarse, dejar el trabajo y mudarse al extranjero.
Tres cuartas partes de los encuestados afirmó que durante sus vacaciones habían reflexionado más sobre la vida y casi la mitad (49%) se sentían mucho más felices después de ellas.
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