Irlanda es uno de esos destinos turísticos que deja encandilado al visitante. Ya sea por la mezcla de su historia, la cultura o sus costumbres y por el encanto y belleza de sus paisajes, el resultado siempre es un viaje inolvidable. La historia está presente en cada uno de sus monumentos artísticos cargados de leyendas, que pueden rivalizar perfectamente con las de sus vecinos escoceses.  Cada una de las ciudades tiene algo propio que aportar a la isla y sus habitantes. Y Kilkenny es una de ellas.

No deja de sorprender el apodo con el que ha sido conocida durante toda su historia. La llamada “ciudad del mármol” sorprende por la utilización de una piedra local, que tiene un aspecto muy parecido al mármol, y con la que se han construido la mayoría de los monumentos de la localidad. Desde el castillo, construido por la dinastía Butler de Ormonde en el siglo XIV, pasando por las iglesias más importantes de la ciudad y la catedral de Saint Canice, todos ellos han empleado este bonito material. También hay que incluir la iglesia de Saint Mary, una bonita construcción medieval levantada en el siglo XIII y que es el centro de atención del artículo de hoy.

¿Por qué debería ser noticia una iglesia construida hace unos ocho siglos atrás en el tiempo? Sencillamente, por haber sido transformada en un museo y haber sido sometida a una profunda remodelación sin perder ni su esplendor ni su función de mantener la tradición y la cultura local. Esta bonita iglesia alberga, en la actualidad, el museo de la Milla Medieval de Kilkenny, ya que esta ciudad es el máximo exponente de este arte en todo el país.

Lo curioso de su remodelación tiene relación con la masonería. A mediados del siglo XX, el edificio sirvió como lugar de reunión para este colectivo y  sufrió algunas reformas. Estas últimas han sido mantenidas en ciertos puntos y en otros se ha intentado recuperar el sentido original histórico del edificio. Con ello, se ha intentado dar un sentido museístico al lugar que no está lejos de parecer una sala de exposiciones en algunos tramos.

La madera, la piedra y el encalado han sido los elementos más utilizados para su remodelación. En algunos lugares el contraste es obvio, mientras que en otros el paso de un material a otro queda mejor integrado sin llamar tanto la atención del conjunto. Ante este dechado de modernidad, hace falta un elemento que devuelva al visitante a la realidad del lugar. Y ese papel lo ejerce a la perfección la maravillosa colección de piezas que alberga el lugar y la ciudad de Kilkenny.

El resultado es un espacio comprendido para alojar los fondos de una ciudad que tienen mucho con lo que encandilar al visitante. Si visitas Irlanda, ¡no hay que perdérselo!