Muchas veces, cuando el espacio es limitado el sentido de la proporción cobra mayor sentido. Si a ello se le añada que el espacio es alargado, ocupando el esquinazo o chaflán de un edificio, la cosa ya pinta que hay que liberarse de elementos innecesarios. Si la vivienda se encuentra en el distrito del Ensanche de Barcelona, pues se valora más su situación que el tamaño. Si se aprovecha este último en condiciones, la ubicación siempre puede ser un plus.

Hay que entender que el Ensanche se encuentran los principales atractivos de la ciudad, desde la Sagrada Familia de Gaudí, pasando por la rambla de Cataluña, el paseo de Gracia o la avenida Diagonal. Es un punto caliente de vida y de interés turístico para todo aquel que visita la ciudad. Por ello, es normal que los dueños de esta vivienda no les importase la distribución en torno a un pasillo principal del conjunto. Así, Atzur Arquitectura se puso manos a la obra para conseguir hacer de este lugar un verdadero hogar lleno de posibilidades.

El punto de referencia es el pasillo de la vivienda, que distribuye los espacios habitables del conjunto. En este pasillo se alternan el suelo de loza con la moqueta, marcando la entrada a las estancias con la segunda. Además, en este pasillo se encuentra un pequeño espacio dedicado a estudio, con un escritorio y unas estanterías para libros. De esta manera, se ha aprovechado todo el espacio inicial, haciéndolo más fluido y abierto y permitiendo un doble uso de ese mueble y estanterías.

Las habitaciones de esta vivienda han sido ideadas por Atzur Arquitectura de manera que amplifican su espacio. Para el cuarto de los niños se utiliza una litera de cama superior que permite aprovechar el espacio inferior e instalar una mesa de estudio, además de los armarios. Para la habitación principal, ubicada con un tabique en chaflán, se utiliza el espacio en ángulo de 90º para la cama y el ángulo en chaflán para instalar la mesilla de noche.

El baño resulta muy estilo navy al elegir un azulejo en azul celeste y un espejo en forma circular, que recuerda los ojos de buey que se emplean en los barcos. Aquí Atzur Arquitectura emplea un mobiliario de madera al igual que en el resto de la casa que le ofrece homogeneidad, dentro de su heterogeneidad, al conjunto.

Sin embargo, hay un elemento que le da un aspecto mucho más novedoso y diferenciador. Atzur Arquitectura emula las tejas de un tejado en el techo de determinadas estancias con ladrillo visto. Asimismo, una de las paredes del salón aparece totalmente desnuda en su forma original de ladrillo visto. Con ello, se consigue dar un aspecto más en consonancia con la moda del momento y jugar con los contrastes y luces del interior.

Esta vivienda de Atzur Arquitectura se convierte en todo un juego de contrastes, que va desde el ladrillo a la loza, pasando por la madera a la moqueta y terminando por un estilo navy totalmente inesperado. El menos es más cuando se exprimen todas las bazas y se consigue un resultado que sorprende a visitantes y habitantes.

Fotografía Judith Casas.