Vivir en la ciudad siempre tiene ventajas e inconvenientes. Entre estos últimos, siempre está la posibilidad de no encontrar una vivienda de extensión aceptable. Todo depende del precio del suelo. Y en las ciudades ya se sabe que se disparan. Por ello, muchas parejas estudian al máximo sus posibilidades para poder sacar el máximo partido a esta inversión.

En la ciudad de Tokio el problema viene siendo el mismo que en cualquier ciudad del mundo. Una pareja ha decidido establecerse en la gran urbe y ha adquirido un pequeño terreno, al lado de un pequeño callejón, donde han levantado su hogar. El estudio de arquitectura Unemori ha sacado el máximo rendimiento a los 50 metros cuadrados del terreno para que esta pareja pudiera tener todo lo que necesitan para la vida diaria.

Unemori ha realizado una distribución del espacio a diferentes alturas. Al jugar con las alturas, le ha permitido sacar más espacio a la hora de distribuir las estancias. Así, se ha excavado una entreplanta para acoger el dormitorio principal, el baño y la zona de lavandería. Una escalera metálica conduce a la planta principal, donde se sitúa el hall de entrada y la cocina abierta a la sala de estar.

Como es habitual, la vivienda se levanta sobre vigas de madera. El exterior está recubierto con chapas de acero y el interior presenta paredes revestidas en blanco. Unemori ha querido dotar de luminosidad a la casa estableciendo amplias cristaleras a diferentes alturas, aprovechando la coyuntura interior de los espacios. Todo ello le confiere un exterior diferente, moderno y a la vez chic.

El resultado es una vivienda completa, amplia y con los espacios bien distribuidos. La zona más privada permanece más a resguardo de miradas ajenas y las zonas comunes están expuestas a la vista de amplias cristaleras. Unemori consigue así llevar a su máximo exponente el principio japonés de buscar pequeñas soluciones mediante acciones precisas y claras que contribuyen a crear bienestar.

Fotografía Kai Nakamura.