Acabáis de leer bien. Poneos en situación. Un grupo de estudiantes en un museo de Milán y muchos móviles de última generación. Hasta ahí todo normal, pero entonces, uno de ellos tiene la ‘brillante’ idea de tomarse un selfie (forma cool de denominar las clásicas autofotos) con una escultura del Siglo XIX. El joven se sube a la estatua y para más inri, se sienta en el regazo de su pierna izquierda. ¿Resultado? Desmonoramiento directo del yeso y terracota con amputación ipso facta, ¡vaya mala pata!
Las autoridades de la academia se percataron del terrible accidente el pasado martes, y a pesar de que la cámara de seguridad se encontraba lejos de la obra y no hay imágenes del momento, varios testigos afirman que fue un «vándalo» que quiso tomarse el selfie del año subiéndose a ella, según publica el diario italiano Repubblica. Por suerte, la obra era una réplica de El Sátiro Borracho, que se encuentra en los pasillos de la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán, mientras que la estatua original se encuentra en Alemania. La parte dañada ya ha sido analizada y fotografiada por los restauradores, que ya han diseccionado la zona afectada. De momento, y hasta que le reconstruyan la pierna, El Sátiro Borracho no sólo estará ebrio, sino también cojo.
Si es que ya lo dicen los cárteles: ¡se mira pero no se toca!
Pau
Hay gente muy pero que muy retrasada…
Pablo González
Qué razón llevas Pau!
Carol
Hay que ser tooorpe!