Durante las próximas semanas, hasta alcanzar la llegada del solsticio de invierno, el hemisferio norte permanecerá sumergido en los momentos de menor luz solar de todo el año. Si la llegada del verano marca el punto álgido de luz en dichas latitudes, el invierno lo hace en sentido contrario. Muchos países europeos quedarán sumergidos, la mayor parte del día, en horas de penumbra. Algo que también se nota desde nuestra posición, aunque podemos dar las gracias por disfrutar de, al menos, nueve horas diarias de luz solar. Si aquí nos entra una pereza, ya no solo física sino también mental, cuando llega este momento, no somos capaces de imaginar la tristeza de solo tener cinco o seis horas de sol diarias.

En Suecia, el tema luz solar, se vive de unos extremos a otros. Si en verano pueden gozar en determinados puntos del llamado “sol de medianoche”, en invierno la medianoche lo cubre todo hasta en horas diurnas. Si a ello se suma la llegada del frío y de la nieve, pues como que el panorama no resulta muy alentador. Y si hablamos de una mentalidad mediterránea, más dada el trato social y a una forma de vida hacia el exterior, el pasar todo el tiempo dentro de tu casa pues como que no lo vemos.

En Ljungskogen, al sur de la ciudad de Malmö, el estudio de diseño Johan Sundberg Arkitektur ha construido una vivienda que tiene como meta principal el disfrute del tiempo al aire libre y de pasar tiempo en familia en su interior. La planta de la misma ha sido concebida en forma de T. Con ello, se han creado tres espacios a modo de tres terrazas para pasar tiempo en ellas al aire libre.

Así, al este encontramos un patio pavimentado con un camino que conduce a la zona trasera de la vivienda. En el oeste se encuentra una mesa de comedor al aire libre con una cubierta de madera, la cual está orientada hacia un bosque cercano y que permite realizar jornadas de disfrute veraniegas. Al sur, hay otro patio pavimentado yuna ducha al aire libre muy cercana a la sauna y al baño de la vivienda.

Para que el sol de verano permita pasar tiempo en estos espacios, las marquesinas de madera y cinc instaladas en los aleros cumplen la función de toldos. Asimismo, el sistema de canalización y drenaje del agua de Johan Sundberg Arkitektur, situados en estas marquesinas, permiten que el agua circule durante los meses de lluvia y nieve, evitando que se acumulen y colapsen sobre las mismas.

Al interior, la planta en T de Johan Sundberg Arkitektur permite una distribución amplia de los espacios. La madera de alerce, la piedra y el ladrillo se convierten en los protagonistas de todo el flujo de movimiento. Éste último solo se rompe al llegar a la sauna, donde la composición cambia por completo. Así, de la paleta de grises se torna a la gama de marrones marcada por el uso de la madera. Porque una sauna sueca no puede ser de otra manera, nada más que de madera.

Johan Sundberg Arkitektur consigue que esta vivienda aúne la necesidad de recreo y esparcimiento con la de recogimiento familiar. Los espacios se conciben según los ciclos estacionarios y se adaptan a ellos. Así, los inviernos resultan íntimos, confortables y cálidos y los veranos abiertos, soleados y sociables.
Fotografía Markus Linderoth.
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