Encontrar un lugar pacífico. Establecer en él una residencia. Iniciar tu vida personal y laboral en él. Todo ello, muy cerca de la playa y de las olas que bañan la costa australiana. Sin embargo, el complejo requiere de un lugar silencioso y apartado para poder llevar a cabo proyectos de envergadura. De esta necesidad Max Pritchard diseña y elabora un estudio situado, nada más y nada menos, que el lo alto de la copa de un árbol. El Treetop Studio es, sin lugar a dudas, un refugio pacífico y diminuto que permite contemplar el paisaje y conseguir un clima de concentración adecuado.
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Una cuesta de tierra conduce al acceso principal del estudio por medio de un puente de madera engalanado y de forma curva. La estructura se alza sobre seis metros sobre el suelo de una ladera boscosa y está formado por un tubo cilíndrico de madera de pino, manchado con un matiz de color ámbar para dar la sensación de calor y acogimiento. Las paredes están formadas por planchas de madera y unas juntas también de madera más oscura que acentuan el contraste con la cubierta de protección de pino.
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La azotea se proyecta en la parte principal del pabellón y es la estructura que ofrece protección al resto de elementos. En verano, proporciona sombra y actúa como una “tapadera” contra los rayos solares. Las vistas que recoge sobre las copas de los árboles le permiten llegar hasta la línea de playa y el horizonte del mar, realzando un espacio que parece aún más vibrante.
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Al interior, la torre presenta dos plantas: la segunda es el estudio con vistas al mar; la primera es utilizada para el almacenaje. El estudio aparece rodeado por estanterías empotradas y una pequeña mesa de madera de pino. Las vidrieras que permiten las vistas al exterior constan de unas rejillas de cristal que proporcionan la ventilación que necesita el recinto mientras que el sol bajo de invierno que llega por esas mismas cristaleras proporciona la calefacción necesaria para el lugar. El acceso a la zona de almacenaje se realiza desde el nivel inferior en el suelo.
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El autor se muestra muy complacido con su propia creación. La combinación de formas puras, como el cuadrado y el círculo, le permite crear un contraste entre la casa principal y el estudio además de un contrapunto en el uso de los materiales de ambos recintos. Esta pequeña estructura se convierte así en el punto culminante de la comprensión de todo proceso contructivo y de empleo de materiales, donde no sólo importa el diseño o la finalidad, sino también la edificación del mismo y que todo arquitecto debería poner en práctica.
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