El 2020 pasará a los anales de la historia mundial como uno de los años más nefastos del siglo XXI. No solo eso. Parece ser que el 2021 arrancó fuertecito y va camino de ser el año más raro que hayamos vivido en mucho tiempo. Cada día aparece una noticia nueva que nos deja totalmente ojiplático. No somos capaces de entender lo que pasa ni nos da tiempo a procesarlo. La velocidad a la que suceden los acontecimientos no permite reflexionar o pararse un momento a pensar en lo que ha ocurrido. Cualquiera diría que el 2020 le está sujetando el cubata al 2021.

Algo parecido le ha ocurrido a un artista neoyorquino de nombre Ekene Ijeoma. Viendo la cantidad de sucesos que han ocurrido en los últimos años en la ciudad de los rascacielos, Ekene Ijeoma ha querido trasladar el sentimiento de millones de personas que habitan en este planeta: necesitamos un respiro. Sí. Aunque suene paradójico. Ante una pandemia en la que se necesitan mascarillas para poder circular o acceder a determinados recintos. Ante un momento en el que un virus bastante malévolo hace de las suyas cuando, flotando por el aire, invade otro organismo vivo para colonizarlo hasta poder causar la muerte. Ante todo eso, necesitamos un respiro.

Ekene Ijeoma no solo hace referencia a esta pandemia en su Breathing Pavilion. También a los años tan convulsos que desde el terreno político se ha vivido en el país del tío Sam durante la última década. Y como esta crisis ha desembocado en un llamamiento ante el racismo que vive desde hace siglos bautizada como Black Lives Matter. Ante las desigualdades también se necesita un respiro.

Breathing Pavilion aparece como un espacio para poder encontrar ese momento de reflexión, cuando todo parece ir muy loco y muy rápido en la vida. Veinte pilares se elevan sobre una base de concreto para crear un espacio circular. Dentro de él se puede permanecer en un tiempo indefinido. Los pilares intentan protegernos del resto del exterior creando ese lugar donde uno puede tener ese momento de descarga emocional, psicológica y física necesario para liberarse. La liberación de todo aquello que aún no ha sido procesado, de todo aquello que se lleva como una losa y que necesita una vía de escape.

La instalación de la Breathing Pavilion nos insta a regular nuestro cuerpo, alma y mente a través del parpadeo de sus luces anaranjadas. Estas luces de LED permiten sincronizarnos con una respiración normal, ya que sus juegos de encendido y apagado están cronometrados con una respiración humana. Su finalidad claramente es tener ese paréntesis necesario para procesar todo lo que nos ha ocurrido.

La Breathing Pavilion de Ekene Ijeoma es una muestra de cómo los artistas están poniendo de relieve los sentimientos de una sociedad sobrepasada por unos acontecimientos que ha puesto patas arriba todo lo conocido. Una sociedad que necesita un respiro para poder coger fuerza y continuar con lo que se avecina. ¿Estaremos preparados para encararlo?