En pleno Marqués de Vadillo, más concretamente en la Calle Fuenlabrada 3, se esconde uno de los tesoros de Madrid. Un pequeño local que, bajo el letrero de «Tattoo» y con el nombre de Tinta al Alma, nos muestra una verdadera joya del diseño. Un pequeño estudio de tatuajes bajo la batuta del reconocido tatuador Miguel Cely y que, gracias a la ayuda de Juan Carlos Murcia, crearon un verdadero templo del diseño industrial.

Miguel Cely – Tinta al Alma

Paredes de ladrillo y cemento, junto a un mostrador de hierro forjado a medida, nos dan la bienvenida a Tinta al Alma. Un estudio de tatuajes que, con tal sólo echar un vistazo, sabemos que todo está medido al detalle.

Los sonidos de las máquinas de bovina a toda potencia, nos recuerdan en dónde estamos. Un espacio en el que la creatividad y arte dejan volar su imaginación, haciendo realidad los sueños de cada cliente.

El estudio se divide en tres zonas principales. La más amplia, funciona a modo de sala de espera. En ella, encontramos un amplio sillón de estilo barroco moderno, inspirado en el diseño de Luis XV, actuando como actor principal acompañado de dos grandes butacones. Junto a ellos, una mesita echa con palé, un antiguo cubo de basura del siglo XIX traído desde Rotterdam y dos grandes espejos barrocos que recuerdan a los majestuosos del siglo XVII. Elementos que combinan a la perfección con una enorme puerta de hierro con tipografías hechas a mano.

Tubos de cobre que sirven de hilo conductor en todo el estudio de tatuajes y que nos muestran un teléfono antideflagrante de los años 50, fabricado por Gründer & Hötten y utilizado en las minas. En un lado del salón principal, un sillón dental con motor hidráulico tipo bomba de 1877 decorado con tipografía gótica, acompañado de un enorme foco. Ambos se transforman en una peculiar cabina de trabajo.

Tras el cartel de neón hecho a mano y unas enormes puertas de hierro forjado de estilo acordeón, realizadas bajo petición propia de Miguel Cely. Encontramos uno de los espacios favoritos de su dueño. Una amplia cabina cubierta por azulejos blancos rectangulares, conocidos como ‘subway tiles‘. Un estilo de azulejos que recuerdan al diseño de los revestimientos de los andenes del metro de Nueva York, a inicios del siglo XX. Unos azulejos que se adaptan a múltiples temáticas decorativa como la industrial y que dotan al estudio de un aire retro chic. De sus paredes cuelgan carteles de «Caution» y máscaras que se mimetizan a la perfección en todo el espacio. En el centro, disfrutamos de una espectacular lámpara de una sala de autopsias barcelonesa que enfoca a una restaurada silla dental eléctrica de 1930.

Desde que entras por la puerta del estudio, Tinta al Alma te ofrece una verdadera experiencia diseñada para los amantes de la decoración y el tatuaje. Un universo de sensaciones y creatividad que todo el mundo debería de disfrutar.

Fotografias por Antonio Duque Molguero.

Vídeo Jose Andrade