Una vez más la realidad supera a la ficción. Sí, has leído bien: una cerveza con sabor a vagina.
Lo que no sabemos es cuál es el sabor a vagina porque hasta donde al menos una servidora sabe de anatomía y sexualidad, cada vagina es diferente; con un olor y sabor muy personal y con su propio mundo interior. Pero parece que ‘The order of Yoni‘ (así es como han bautizado el producto) condensa el sabor de una vagina en una cerveza.
La cerveza, de origen polaco, utiliza a la modelo checa Alexandra Brendlova porque, supuestamente, recoge «todo lo que quieren los hombres de una mujer» (léanse bien las comillas, porque en este caso suponemos que se refieren al físico).
Lanzaron una campaña de crowdfunding pero apenas recaudó ni la mínima parte de lo que necesitaban para poder seguir adelante con el proyecto. Sin embargo, parece que han llegado a un acuerdo con una importadora mexicana que quiere distribuir las cervezas por gran parte de América Latina.
[¿Sabías que beber cerveza a diario es bueno para tu salud?]
No se conocen los entresijos de la producción, pero parece que las bacterias del ácido láctico de la vagina de la mujer se llevan bien con las de la cerveza, y mediante un proceso microbiológico completamente controlado… Consiguen transmitir «la gracia y los rasgos femeninos» a tal peculiar cerveza (léanse bien las comillas de nuevo, por favor).
«Imagina a la mujer de tus sueños, tu objeto de deseo. Su encanto, su sensualidad, su pasión. Prueba su sabor, siente su olor, oye su voz… Ahora libera tus fantasías e imagina que con una varita mágica, pudieras atrapar todo eso en una cerveza. Una bebida de oro elaborada a base de su encanto y gracia, condimentada con sus instintos. Imagínate una cerveza de la cual cada trago es una cita con una mujer caliente de tus sueños… Te abraza y besa suavemente mirándote directamente a los ojos… ¿Cuánto darías por dicha cerveza?»
Así es como anuncian la cerveza.
Ahora vamos a escribir unas palabras al azar para que tengáis unos segundos para reflexionar sobre el anuncio.
Playa, perro, Asturias, muralla, carbón, furgoneta.
Vamos a intentar no entrar en el debatir sobre si han hipersexualizado la cerveza (le colocan hasta unas bragas rojas en el anuncio) o si han cosificado a la mujer y reducido su cuerpo a un puro instrumento sexual dispuesto a dar placer y agradar. ¡Uy, se nos ha escapado y acabamos de entrar en debate! ¡Vaya, ha sido sin querer!
Pero después de ver el marketing asociado a esta bebida, no queda claro si invita a beberse una cerveza, acostarse con ella o beberse una mujer y darle una palmadita en el culo a la tía que tienes al lado.
Todo ello sumado a la cantidad de clichés, estereotipos y prejuicios que se reproducen en su publicidad, seguramente provoca las ganas de debatir en la conciencia de muchas personas.
Lo único que tenemos claro es que esta cerveza da mucho que hablar, aunque no sabemos si dará tanto de beber.
¿Tú qué opinas? ¡Si queréis lo debatimos con una cervecita en la mano!
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