Escocia es tierra de castillos. Es uno de los monumentos más extendidos por todo su territorio. Las luchas intestinas entre los señores de las zonas eran algo habitual si se quería controlar un lugar estratégico o zona de interés. Además, la línea fronteriza con Inglaterra propiciaba que los enfrentamientos fueran constantes hasta que se consolidara la delimitación entre ambas naciones. En esta zona fronteriza, tirando más hacia el suroeste, la dinastía de los Douglas estableció su señorío. El castillo aún queda en pie y conserva una de sus torres, la más conocida del lugar. Unos siglos después, el asentamiento que se estableció a su alrededor dio lugar al pueblo de Castle Douglas, un bonito y acogedor lugar muy pintoresco.

Es a este lugar donde nos lleva el artículo de hoy. El paisaje verde y apartado es una llamada a disfrutar de sus colinas y su tranquilidad. Por ello, el estudio arquitectónico Simon Winstanley ha construido una casa familiar de una única planta, donde la búsqueda de la privacidad y el encuentro con el entorno son las claves para entender el deseo de sus propietarios.

The Houl House, como ha sido bautizado el proyecto, aprovecha el lugar donde se edifica de varias maneras. En primer lugar, utiliza un sistema de ventilación de recuperación del calor en toda la casa, olvidando así el uso del carbón o de la leña. Para ello cuenta con una bomba de calor que funciona como fuente de aire y que es movida por una turbina de viento. El alto sistema de revestimiento de cada una de las paredes, techos y ventanas permite así que el calor se mantenga en el interior de la vivienda. En segundo lugar, la fuerza del viento es utilizada para accionar la turbina que pone en funcionamiento todo el sistema. Aquí cabe matizar que esta fuente energía es constante en esta latitud.

Además, Houl House está orientada hacia el norte, donde se sitúa la puerta principal, y que permite utilizar los recursos naturales del paraje para un mejor rendimiento de los sistemas de la casa. La cara oeste está orientada hacia el paisaje del lugar, hacia las colinas y el lago, permitiendo instalar unas amplias cristaleras que permiten mimetizarse con el entorno y disfrutar de las vistas las 24 horas del día.

El tejado está dividido en dos aguas pero a distinta altura. El sol al salir por el este permite la entrada de luz por las cristaleras del tramo superior y que haya una mayor luminosidad interior. El material que se ha utilizado es el acero para su construcción, los revestimientos son en madera de cedro recubiertas con un material a prueba de agua. Las ventanas tienen un triple acristalamiento, para resistir la fuerza de los vientos y el agua, además de un marco térmico que la aísla de la humedad.

Al interior, esta planta única está perfectamente distribuida por un pasillo central que da acceso a todas las habitaciones de la casa. Dos habitaciones, dos cuartos de baño, una cocina con terraza, salón, salita de estar y una sala para el piano conforma el entramado de esta completa vivienda. Además una construcción complementaria sirve para guardar los elementos de la amplia terraza adyacente o incluso el cortacésped.

The Houl House se constituye así en una verdadera obra de eco-sostenibilidad en un bonito paraje, apartado del bullicioso y mundanal mundo urbano, donde la fuerza del viento sirve como fuerza motriz para poner en marcha toda la vivienda y el paisaje se convierte en el elemento providencial de disfrute.