¿Cómo es posible que un humano sobreviviera cazando mamuts y otros animales que triplicaban su tamaño? Seguro que os lo habéis planteado en más de una ocasión.
El trabajo en equipo, el apoyo social y la organización entre las personas, además del desarrollo del lenguaje, fueron los factores fundamentales que permitieron que el humano avanzara evolutivamente, colocándose además en cierta posición de superioridad (al menos en apariencia), con respecto al resto del mundo animal.
In-Shadow: el corto que remueve las entrañas de nuestra sociedad
A pesar de sus carencias para con el medio o en comparación con otras especies animales, el ser humano pudo enfrentarse a los peligros del entorno y sobrevivir durante millones de años.
Hoy en día, el humano sigue participando de una organización muy particular, pero también lo hacen otras especies del mundo animal como las abejas, sin ir más lejos.
Una sociedad sustentada por el trabajo cuasi-esclavo de las obreras, y que curiosamente, son las que representan el mayor número de la población. Se conforman en sociedades donde todas tienen clara su función de cara a sobrevivir.
¿Tendrán algo en común con nuestra sociedad?
Las abejas trabajan y trabajan para mantener su colmena, y la supervivencia de su sistema. ¿Pero qué pasa contigo?
¿En qué posición de la escala social estás colocado? ¿Por qué y para qué? ¿Podríamos seguir sobreviviendo con una organización diferente? ¿Qué cambios se generarían de cara a las diferentes ‘castas’ de nuestra población?
Sheila Avellaneda nos trae ‘The Hive’, un documento visual que invita a la reflexión sobre nuestra sociedad.
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