El arte del papel tiene múltiples variantes para hacerse obra. El origami, la más conocida y popular, es una de ellas. Las figuras de papel, con y sin movimiento, han atrapado a millones de generaciones donde, con unas cuantas dobleces del material en cuestión, se consiguen crear miles de formas. Como todo, el origami tiene sus clases y una de ellas es la conocida como kusudamas.

Los kusudamas son obras mucho más elaboradas, formando bouquets en forma de bolas decorativas. Consta de mayor número de piezas, que van unidad entre sí por pegamento o por hilos. Al principio, se utilizaban en los hospitales con fines medicinales. Se solían colocar junto a la cama de los enfermos y se les vertía hierbas aromáticas entre sus dobleces con un fin terapéutico. Actualmente, estas piezas han ganado un valor ornamental y se utilizan como complemento decorativo en cualquier lugar interior.

La artista rusa Ekaterina Lukasheva es una experta en el arte del origami, en concreto, de una de las variantes que se denomina teselado. Esta rama consiste en crear entramados, en forma de patrón regular, que cubren superficies de diferente extensión. Lukasheva ha conseguido crear unos patrones muy particulares, que sólo están al alcance de unos pocos. Hay que recordar que la técnica del origami se basa en un profundo conocimiento de la geometría. Y Lukasheva es una experta matemática (tiene una licenciatura en matemáticas y es programadora) que domina el arte desde la adolescencia. Con estas obras, queda claro que la artista rusa ha nacido para dominar los números.

 

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