¿No es curioso lo que uno puede hacer cuando tiene tiempo libre? Sino que se lo digan a Beyoncé, que ha visto cómo las teorías conspiratorias han centrado su interés ahora en su persona para dar forma a una hipótesis que, como mínimo, deberíamos tener en cuenta por respeto a sus artífices. Cuenta la leyenda… bueno, más bien, se comenta en las altas esferas que la reina del R&B falleció en el año 2000, pero que la trágica noticia no llegó a salir publicada en los medios internacionales gracias a la rápida intervención de sus productores.
Ellos tenían otros planes para Beyoncé. Al menos para su imagen, ahora que la cantante estaría criando malvas, siempre hablando en futurible y respetando las fabulas que encierra una de las teorías más disparatadas que se han publicado en las últimas semanas. Al parecer, estos maléficos productores ordenaron a un equipo de científicos que extrajeran su ADN con la firme intención de clonar a la diva para que continuase siendo la máquina de fabricar dinero que ha encumbrado sus carreras como managers.
Si se pudo hacer con una oveja, la tierna Dolly, ¿cómo no se iba a poder hacer lo mismo con Beyoncé? ¡Qué poca fe tenéis en el poder de la ciencia! El proceso fue relativamente sencillo y rutinario. Tras conseguir una muestra de sus células, se logró clonar a la artista con células madres, algo que cualquiera puede hacer en su casa con la tapa de un yogur y un tupper de tu todo a cien de confianza.
No me negarás que esta pose es de clon, porque nadie puede estar así cómodo y a la vez divina.
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