El estilo inglés más conocido en el mundo es el denominado gótico. En todas sus acepciones, desarrollado por activa y por pasiva, el gótico inglés se convirtió en seña de referencia de las tierras de Albión. Solo hay dos estilos posteriores que pueden rivalizar, de alguna manera, con él. Uno es el estilo georgiano. El otro el victoriano. Pero solo uno tuvo una nueva reinterpretación a principios de siglo XX. El estilo neogeorgiano volvió a recuperar los principios renacentistas palladianos pero los reinventó con el uso del ladrillo, entre otros. La simetría, la proporción constructiva y la belleza volvieron para mezclarse con materiales más sencillos y ponerlos al servicio de otras clases sociales, que no fueran ni altas ni adineradas.