Los garabatos de los más pequeños simbolizan la esencia de nuestra infancia. Un papel, unas pinturas de colores y mucha imaginación es lo único que necesita cualquier niño para transpórtanos a un mundo de fantasía donde todo es posible y en el que todos, alguna vez, hemos estado. Por ello, no es de extrañar que artistas e ilustradores utilicen estos surreales dibujos como fuente de inspiración. De hecho, hasta Ikea se animó a sacar una colección entera de peluches basados en dibujos de niños, alejándose de los tradicionales peluches de animales realistas para ofrecernos una visión más creativa que seguramente un adulto no habría conseguido. También proyectos como el Monster de Texas realizó una curiosa iniciativa que aúna la imaginación de los niños con las artes de profesionales a la hora de dar vida un monstruo único para crear personajes nacidos de la mente de los más pequeños. Y ahora, Yasemin Erdin Tavukçu, nos ofrece la posibilidad de convertirlos en auténticas joyas con las que guardar la infancia de los niños en piezas de joyería y poder llevarlas siempre gracias a sus originales collares y pulseras.