No existe un guion claro que establezca qué convierte a una mujer en una buena madre, pero el sentido común nos hace comprender que hay cosas que una supermamá jamás haría. Precisamente son estas cuestiones en las que se mete de lleno Susan Copich, una artista casada y madre de dos niñas que se ha sumido en un bucle autodestructivo del que no es capaz de salir.