Uno de los lugares que más interés turístico ha despertado en los últimos veinte años ha sido el sureste asiático. De todos los países que componen este singular punto de encuentro entre Océano Índico y Océano Pacífico, Sri Lanka es el que atrae al turismo británico. Según cuentan, el alegre y vistoso colorido de las calles y la hospitalidad de sus gentes han conquistado por completo el frío y gris corazón de los ingleses. No es de extrañar que aquellos que tienen una posición un tanto acomodada viajen con frecuencia a esta latitud asiática y encuentren aquello que marca la diferencia con respecto a su lugar de nacimiento.