Aunque nos parezca increíble en pleno s.XXI las cabeceras de los telediarios siguen repletas de conflictos bélicos en todo el mundo y, siempre, los más pequeños son los más afectados. El pasado jueves nos enterábamos por diferentes medios de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenaba a El Salvador por las desapariciones forzadas de cinco niños, ocurridas entre 1980 y 1982 y advirtió nunca fueron casos aislados sino que, respondieron a un «patrón sistemático estatal» ejecutado en los operativos de contrainsurgencia. Una guerra que dejó más de 80 mil muertos y desaparecidos, considerada uno de los conflictos bélicos más sangrientos de la historia y, en concreto, de Centroamérica, hechos que a día de hoy siguen pasando factura. Hoy, 2 de Diciembre de 2014, con un nuevo año pisándonos los talones y la navidad a la vuelta de la esquina, seguimos sufriendo los estragos de la guerra.