Ser Santa Claus no es NADA SENCILLO, pero hacerse una foto con él tampoco. Lloros, gritos, pataletas, tirones de barba y reacciones de pánico están detrás de esa foto idílica que tus padres aun tienen enmarcada en el salón de su casa como oro en paño y que tu aborreces, porque…Santa no mola nada.
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Cuenta la leyenda que Santa Claus, vestido de rojo y con barba blanca, fue un invento publicitario de Coca-Cola. Supuestamente, nuestro adorado gordito del Polo Norte vestía de verde hasta que en 1931 Coca-Cola incorporó su figura a su campaña publicitaria de Navidad, y que fue el artista Haddon Sundblom quin dio con la imagen del estereotipo mundial, con su gorrito rojo y su barba blanca. Pero no amigos. Esa afirmación es tan cierta como que Doraemon era un sueño del paralitico Novita o que Hello Kitty es una gata lesbiana. Digan lo que digan, Coca-Cola no usó sus colores para popularizar el outfit de Santa porque ese ser barbado, gordo, bonachón y vestido de rojo y blanco ya existía desde hacía unos años atrás y ni los propios americanos saben muy bien de dónde viene.
Sea como fuere, esa imagen de Santa se ha convertido en uno de los iconos más importantes de la Navidad. Pero este año, nuestro amado Santa ha decidido renovar su armario con modelitos de los diseñadores más famosos y cotizados del mundo. Y no, no es cosa de un especial navideño de Jeannie Mai para How do i look?, los responsables de este cambio de imagen han sido los chicos del estudio de diseño Joint London, quienes han decidido darle una vuelta de tuerca a la famosa imagen de Santa dibujada por Norman Rockwell para Coca-Cola.
Gracias a ellos, este año Santa Claus será la envidia de todo fashionista que se precie, convirtiéndole en un nuevo it-boy que viste de firmas como Alexander Wang, Martin Margiela, Marni, Raf Simons, Rick Owens, Saint Laurent, Kenzo, Hood By Air o Acne Studios. Casi nada. Y la verdad, que el resultado no puede molar más. Ahora bien, no sé si me le puedo imaginar bajando por la chimenea con su bolsa de regalos y su chupa de cuero de Saint Laurent de unos 5000 €. Pero bueno, supongo que una persona que es capaz de repartir millones y millones de regalos en una sola noche puede ser capaz de salir airoso del asunto sin hacer un rasguño a sus prendas.
Por cierto, todas las imágenes se pueden descargar en su página web en forma de tarjeta navideña, para que felicitemos la Navidad con el Papá Noel más cool del momento.

Comienza la Navidad. Época de villancicos, turrones y polvorones a mansalva. Fecha en la que un hombre vestido de rojo con claros síntomas de obesidad mórbida entra por las chimeneas a grito de ¡hoo hoo hoo!, un personaje ilustrado por muchos y temido por otros del que grandes multinacionales como Coca Cola se han servido de su imagen. Una imagen explotada y representada en mil facetas y estilos.
¿Quién no recuerda al rechoncho Santa Claus o Papá Noel (made in Spain) con una Coca-Cola en la mano? y es que, la marca aprovechó al máximo al pobre anciano convirtiéndose en su icono navideño. Se ha hablado mucho de si la marca fue la creadora del controvertido personaje o si por el contrario se adueñó de él poniéndose las medallas. Lo cierto, es que al Santa vestido de rojo, rechoncho y barbudo, ya fue dibujado por famosos ilustradores como Thomas Nast, Carl Hassmann o Frank Arthur Nankivell. Estos dos últimos mostraron al anciano en polémicas situaciones para la revista Puck.
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El encargado de ilustrar al personaje para la marca de refrescos fue el artista Haddon Sundblom. De familia de inmigrantes suecos, Sundblom estudió arte en la The American Art Academy consiguiendo empaparse de la ilustración publicitaria del momento, siendo la pieza clave para The Coca-Cola Company. Archie Lee, ejecutivo de la agencia D’Arcy viendo que su bebida se asociaba con refrescos para el verano, decidió acabar con esta fama, ya que perdía multitud de clientes, por lo que su estrategia fue utilizar al viejo Santa Claus y convertirle en la figura del invierno made in Coca-Cola.
En la década de 1930, Haddon Sundblom que hasta el momento no era un conocido pintor fue el seleccionado para llevar el encargo adelante y reflejar a un Santa Claus feliz y contento de haberse encontrado con la bebida. Para ello Sundblom utilizó como inspiración el poema A Visit From St. Nicolaus publicado por Clement Clark Moore en 1822. Sin embargo, su modelo fue un vendedor jubilado, vecino y amigo que se llamaba Lou Prentiss, tras la muerte del ya famoso vecino, Sundblom se utilizó a sí mismo como modelo y se pintaba mientras se miraba al espejo. Al final, cansado de retratarse comenzó a confiar en algunos fotógrafos para crear la imagen de Santa Claus.
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Un encargo que reportó al joven artista fama y reconocimiento del que revistas como Play Boy se hicieron eco, reclamando su atención para ilustrar a las famosas conejitas por navidad. Su Santa Claus y su posterior Coca-Cola Sprite Boy, también encargado por la marca roja, han pasado a los anales de la historia de la ilustración y la publicidad. Su primera aparición fue en 1931 y aún hoy, seguimos recordándole. Estas navidades la marca de refrescos decidió transformar en su anuncio navideño al Santa de Sundblom en un 3.0 adaptado al mundo de la animación y las nuevas tecnologías.
Pero Santa y su tropa ha dado para más. Multitud de ilustradores han sido los encargados de mostrarnos al rechoncho personaje y a sus amigos en diversos estilos y situaciones. Robótico, agotado, asesino, súper cachas o perdido en la gran urbe son unas de las muchas situaciones a las que le han sometido artistas como: Peter Oedekoven, Lynton Levengood, Alexandar Alexandrov, Jackaloftrades, Vincent Tan Teck Wee o el terrorífico Anton Semenov.