Una de las labores más importantes de los museos y los centros de interpretación de arte es la divulgación del hecho artístico, de la obra de arte. Cada vez es mayor el público que exige nuevas formas de toma de contacto con el mundo del arte y que sean más adaptadas a los tiempos que corren. Pasear por las salas del museo no basta, en muchas ocasiones, para interiorizar el conocimiento de las obras que allí se exponen. Su conocimiento algo más profundo requiere de tiempo, de observación, de captura del detalle, de lectura de información para un primer acercamiento sobre la misma, de asimilación e, incluso, de comparación con el resto de obras que la acompañan en la sala. Todo ello requiere de un proceso lento que, en la mayoría de los casos, requiere varias visitas al centro para poder completar la observación de cada una de sus obras.