El contacto con la naturaleza es una de las mayores fuentes de inspiración de los maestros del arte de todos los tiempos. Algo tendrá cuando recurren a ella una y otra vez como un lugar donde las ideas no se agotan. Por ello, el artista sueco Markus Åkesson se niega en rotundo a abandonar el pueblecito de Nybro, en Suecia, un enclave con un pasado artístico forjado a través del trabajo del vidrio y también de la talla de madera.