No es la primera vez que una campaña de publicidad en moda provoca cierto revuelo en los medios de comunicación. Esta vez la polémica ha venido de la mano del conocidísimo diseñador Christian Louboutin, quien hace unos días lanzaba un calendario con sus diseños para la próxima temporada de otoño/invierno 2014-2015, en la que aparecían sus codiciados zapatos en miembros amputados. Y claro, las imágenes de estas piernas cercenadas en el interior de unas cajas como si fueran objetos de lujo, no han tardado en ser criticadas y calificadas como «macabras» en varios medios, incluso profesionales del mundo de la moda. Este último es el caso de Kate Finnigan de The Telegraph, que afirmaba recientemente que «la objetificación de mujeres en calendarios siempre me ha hecho sentir incómoda, pero esto es otro nivel”.
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Las redes sociales tampoco lo han pasado por alto y muchos se cuestiona si realmente es necesario llamar hasta tal punto la atención para vender. No obstante, no es la primera vez que aparecen este tipo de campañas que suponen un éxito rotundo en publicidad gracias a la repercusión que adquieren en los medios. De ahí que se diga que no existe publicidad mala. Recordemos que en el año 2007 Dolce & Gabanna tuvo que retirar las imágenes de su campaña al considerar que incitaban a la violencia contra la mujer. También es el caso de marcas como Jimmy Choo, Superette o Kate Spade, que han recurrido a la misma estética de la violencia o la muerte como recurso visual.
Sea como fuere, la firma parisina ha preferido no pronunciarse sobre el asunto y de momento, las piernas de la discordia seguirán calzadas con sus famosas suelas rojas.
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