Son muchos los que sueñan en meterse en la piel de algún que otro personaje famoso y disfrutar por un día de los lujos y la opulencia que suelen acompañarles, pero lo de María Malone-Guerbaa es darle una vuelta de tuerca un tanto siniestra. Esta artista londinense es capaz de mimetizarse en algunos de los ídolos internacionales más respetados por la opinión pública con la única ayuda del maquillaje. Pero, lejos de utilizar modelos para dar forma a sus particulares creaciones, María utiliza su propio rostro como lienzo para sus efímeras obras que, además de contar con un gran realismo, suelen venir acompañadas de calaveras y demás referencias a la dama de la guadaña.
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A diferencia de los diversos efectos especiales en los que se apoyan los profesionales del maquillaje en el cine, esta artista británica tan sólo confía en los polvos de colores y su pincel, prescindiendo de cualquier otro material protésico para dar forma a sus ‘populares’ caras. Paso a paso, María muestra en su perfil personal de Facebook y en su canal de Youtube cómo con paciencia y buen pulso logra que sus facciones se ‘moldeen’ de tal manera que en pocas horas se convierte en Marilyn Monroe, Morgan Freeman, Jack Nicholson, la reina Isabel II de Inglaterra o la mismísima Angelina Jolie caracterizada como la bruja Maléfica de Disney.
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María es el claro ejemplo de artista por vocación. Casada y con dos hijos, no pudo desarrollar su dotes artísticas a pesar que desde bien pequeña ha sido alabada por su habilidad con el lápiz. De niña ya retrataba a sus personajes favoritos y sus amigos a carboncillo, pero pronto tuvo que abandonar su sueño para dedicar sus días a lograr un porvenir para su familia levantando con su marido una cafetería, a pesar de haber estudiado incluso en la prestigiosa Limerick Art College. Desde los 18 a los 33 no pudo hacer de las suyas con los pinceles pero, una vez que su vida se estabilizó y sus hijos se hicieron mayores, la inspiración volvió a correr por sus venas.
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Fue en ese momento cuando decidió coger de nuevo los pinceles, pero esta vez para dulcificar las facciones de las féminas y explotar sus encantos gracias al maquillaje. Estudió esta técnica en la escuela de Christine Blundell, situada en el londinense barrio de Camden Town, ferviente cuna del arte callejero de la capital británica. Aunque el curso intensivo se desarrolló en tan sólo un trimestre, fue suficiente para rescatar las buenas artes de María, que desde entonces ha visto como su carrera artística ha despuntado con evidente éxito. Ha trabajado como maquilladora en diversos musicales en la Meca del Cine como Evita, Rock of Ages, así como en diversas producciones televisivas como en Channel 4 o numerosos spots publicitarios. Pero antes de eso comenzó a hacerse un nombre realizando escalofriantes caras de monstruos para fiestas de Halloween y el boca a boca fue decisivo para su entronización como la reina del maquillaje gore de los famosos.
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Aunque pueda parecer excesiva esta denominación, el hecho de que sus creaciones se conviertan en virales nada más publicarse en sus perfiles públicos de las redes sociales juegan a su favor. Este fue el caso de los retratos de Morgan Freeman o Elvis Presley, que fascinaron a los usuarios de la Red y alzaron su nombre al estrellato, aunque su rostro sea más difícil de reconocer a simple vista ya que se ha hecho famosa por hacer que sus facciones se conviertan en otras más populares, pero con el toque siniestro que tanto ha conquistado a su público.