A lo largo del tiempo hemos visto que es casi posible vivir en cualquier edificio previamente construido, aunque su función primigenia no haya sido destinada a vivienda. Desde cuevas, pasando por contenedores, casas de campo, graneros, cobertizos, naves industriales, locales… todos y cada uno de ellos han podido ser habilitados y transformados para darle un nuevo uso. Y cómo no. ¿Cómo no se nos había ocurrido que un antiguo molino de viento se podía habilitar para ser vivienda? Pues en Polonia lo han hecho. Los artífices han sido Michal Kucharski, Tomasz Padlo y el estudio o4 Architekci.