El campo del diseño está lleno de amplias posibilidades. La imaginación y la creatividad de los arquitectos se combinan para ofrecernos verdaderas joyas a nivel de edificación y soluciones constructivas. La Casa Stevens es una muestra de cómo la arquitectura se convierte en un espacio “verde”, no sólo a nivel decorativo.

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Situada en Melbourne, Australia, el equipo de arquitectos de Matt Gibson ha creado una casa donde lo decorativo se convierte en un elemento clave. El aspecto exterior recuerda a tres dados superpuestos, donde el color blanco predomina. La búsqueda de luz y continuidad determina el uso de este tono cuya finalidad es crear un espacio abierto y que parezca más amplio a los ojos del espectador. No sólo eso. El uso de elementos cuadrados da un aspecto más funcional al conjunto.

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Estos “dados” son la prolongación de una casa victoriana y forman todo un conjunto. Esta estructura de tres cubos ha sido elegida para crear una clara diferenciación de zonas y de funciones en el interior de la casa. Todos ellos están abiertos al exterior mediante cristaleras, estableciendo un contacto pleno con el jardín. El uso de lo nuevo y lo antiguo en una misma construcción y la unión entre exterior-interior-jardín son lo más llamativo de toda la obra.

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El diálogo que se establece con el interior de la estructura se hace a través de la utilización del color verde en todos los elementos que lo decoran. De esta manera queda directamente conectado con el jardín. El uso del blanco, también presente en el interior, busca llenar de luminosidad y dar una sensación de mayor espacialidad en las estancias. Así, se disuelve la sensación de enclaustramiento que puede producir las habitaciones.

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Además, la casa articula los principios ESD: orientación, integración con una estructura existente, configuración de la nueva obra, protección solar, regulación de temperaturas, técnicas y materiales de construcción de bajo consumo energético, aislamiento térmico en techo, paredes y suelo, maderas recicladas para cubrir el suelo, entre otros. Para el suministro de agua, se emplea un sistema de dos tanques de almacenamiento, que abastece todo el conjunto. Asimismo, incorpora un sistema de recogida de aguas residuales y en el jardín utiliza césped artificial.

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El resultado del conjunto es un proyecto que puede ser utilizado por todo tipo de inquilinos, donde la separación de las zonas de descanso y de actividad diaria están claramente diferenciadas, además de integrarse dentro del espacio que ocupa y ser una prolongación del mismo, a través del color y del uso de nuevas tecnologías que respeta el medio ambiente.