Seguro que algunos de nuestros lectores ya saben que el castillo de La bella durmiente existe. Está situado en Baviera. El Castillo de Neuschwanstein, que así se llama, se ubica en medio de los Alpes bávaros y comenzó a construirse en 1868. Desde el año 1886 a la fecha este castillo es visitado por decenas de personas. Disney se inspiró en él para recrear el palacio de su película y, también, el símbolo de todos sus parques temáticos y el logo de la compañía de animación más emblemática de la historia del cine, responsable de muchas de nuestras fantasías de niños, y también culpable de muchas de nuestras decepciones de mayores.
No podemos evitar imaginarnos cómo fue el momento en el que alguna de las historias que os contamos a continuación, cayó en las manos de Walt Disney, siempre tan observador.
Mañana se estrena el que pretende ser el nuevo taquillazo Disney. De la mano ni más ni menos que de la mismísima Angelina Jolie, la multinacional pretende ahora contarnos aquella historia de un personaje que quedó en la trastienda allá en el año 1959 cuando La bella durmiente veía la luz por primera vez. ¡Como si fuera tan fácil! Ya que no supimos mucho entonces, parece que sí vamos a saberlo ahora. Siempre hubo personajes malvados y, de hecho, las historias de su pasado siempre fueron las mejores. Pero… ¿cuál es el verdadero origen de la diabólica Maléfica?
Pues bien, nunca es tarde para saber que cuando se habla de La bella durmiente y de Maléfica, por ende, también se habla de la serie cuentos titulada Il Pentamerone de Giambattista Basile publicada ni más ni menos que en al 1636 en Italia. Se incluye en esta serie, una de las historias que podría ser la primera versión de La bella durmiente: Sun, Moon and Talia. Una versión para nada light, y en la que curiosamente aún no hay rastro de ninguna reina malvada que lo domine todo y haga la vida imposible a nuestra princesita. En el cuento que Basile relata, tanto la villana como la histora en general son bastante más reales: un reino se ve amenazado por un veneno que ha sido escondido entre las telas importadas del exterior. Talia, hija del rey, se clava una astilla en el dedo y el veneno se apodera de ella, quedando dormida. El rey piensa que Talia ha muerto y decide dejarla descansar para siempre.
¿Pero dónde está Maléfica? ¿Se la inventó Disney? Pues no, y sí.
Como veis, hasta este punto de la historia aún falta mucha chicha para llegar a ser La bella durmiente que todos conocemos, con sus hadas, su malvada reina, su príncipe… Sin embargo salta a la vista que en Disney se leyeron esta historia unas cuantas veces… pero decidieron dejar de leer “tan a pies juntillas” justo en el punto que viene ahora.
Y es que la princesa Talia, abandonada, es encontrada por un tunante que queda prendado de ella y decide besarla, y ya de paso… violarla. Talia queda embarazada del noble violador y a los 9 meses nacen dos esplendorosos niños fruto de todo menos del amor de sus padres: Sun y Moon, que son criados y cuidados por las hadas del bosque (Ejem…¡Hola Flora, Fauna y Primavera!). Cuando los pequeños crecen, el veneno de Talia es eliminado por uno de los niños, que absorbe la astilla clavada en el dedo de su madre. El noble violador se entera de que la princesa ha despertado y decide que deben estar juntos a pesar de que él ya está casado con otra mujer porque claro, ¿por qué tener una cuando se pueden tene dos? en una de sus idas y venidas, la verdadera mujer (¡Hola Maléfica!) se entera de que el noble está con Talia y se pone celosa. Vengativa como es, decide comerse a los niños y quemar a Talia en la hoguera.
El tiro le sale por la culata, porque el cocinero se apiada de los niños y no los cocina a ellos sino a una cabra. Menos mal, porque sino Disney se hubiera tenido que inventar ya demasiado.
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Tras los cuentos de Basile, fueron publicadas varias tiras de cuentos por Charles Perrault en 1697 y por los Hermanos Grimm más tarde en 1705. Ambos autores incluían en sus cuentos versiones parecidas al Sun, Moon and Talia de Giambattista Basile, pero mucho más asequibles para los niños.
La versión de los Hermanos Grimm es la más sencilla y la considerada como la más cercana a la versión de Disney. En la de Charles Perrault por el contrario, la princesa y el resto del reino son víctimas de un hechizo que les obliga a dormir durante 100 años y del que solo se pueden librar con el beso de amor de un príncipe, que obviamente llega a tiempo. La princesa y el príncipe consiguen casarse y tener dos hijos: Morning y Day. En este cuento, la particular Maléfica es una vieja mitad abuela y mitad ogro, que en un principio es descrita como de buen carácter pero que resulta ser otra enferma que quiere comerse a sus nietos y a su nuera. Cuando cree que lo ha conseguido, se da cuenta de que ha sido engañada y ordena que todos sean asesinados tirándolos a un pozo de serpientes venenosas, al que, ¡sorpresa! termina cayendo ella primero.
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No tanto tuvo que inventar como sí tuvo que leer Walt Disney y todo su equipo para crear el personaje de Maléfica y toda la historia que envuelve a La Bella Durmiente y a su protagonista, Aurora: por supuesto, bella como una estrella.
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La cinta, que se estrenó por primera vez en el 1959 tardó 10 años en llevarse a cabo y costó casi 6 millones de dólares, una cifra que se le queda muy, pero que muy corta a esta nueva versión que aterriza mañana en nuestras pantallas y para la que se han requerido 6 estudios de sonido y más de 40 sets de rodaje diferentes, entre los que se incluyen exteriores de bosques, un salón de más de 400 metros cuadrados y una Angelina Jolie con unas cuantas horas de maquillaje diarias.
Sabemos que ya nunca más podréis obviar que la supuesta Aurora fue violada cruelmente, así que para que se os pase un poco os dejamos con una maravillosa versión del ‘Once upon a dream’ compuesto para la película. Lana del Rey se encarga de poner voz.