El papel es un medio al alcance todos, puede que esta sea la razón por lo cual a veces lo infravaloramos. Pero el diseño no sería lo que ha llegado a ser, sin papel para plasmar las ideas de las mentes pensantes de la historia. Todos sabemos la importancia de la celulosa para el hombre, gracias al cual hemos podido trasmitir el conocimiento de generación en generación. Pero ahora con los ordenadores la mayoría hemos sustituido casi por completo el papel como medio.
Puede que esta perdida de identificación del papel como vía, haya conseguido que muchos reencuentren en el papel un nuevo recurso. Pero el arte unido al papel ya se daba desde hace 2000 años, ejemplo es el origami -plegado del papel para conseguir diversas figuras-. Hoy en día existen muchos artistas que se siguen inspirando en este arte milenario para el diseño de sus piezas. El artista británico Richard Sweeney explora el papel y la forma en una increíble serie de esculturas de papel.
«Cualquier forma imaginable puede darse a través del dibujo, pero cuando se modela en papel, un objeto tiene que tener forma físicamente. Cuando se enfrentan con una hoja plana como material, no hay indicación obvia de cómo puede ser manipulado en un objeto tridimensional. Las limitaciones del papel como material de fabricación de forma ofrecen un reto».
Pero el uso del papel ha ido más allá de la más complicada papiroflexia y ha alcanzado nuestras pantallas. En este caso, por medio de el videjuego Lumino City. Durante casi tres años, un equipo de seis miembros de desarrolladores llamado State of Play, ha trabajando duro para la creación de este videojuego. Y es que los miembros de este equipo son un poco diferentes, entre ellos se encuentran un arquitecto, un fotógrafo y un modelista, todo lo necesario para ayudar a construir físicamente el entorno del juego.
Lo que diferencia a este proyecto de otros, es que todo el videojuego fue primero diseñado y hecho a mano enteramente con papel, cartón, luces en miniatura y motores.
Mientras que muchos juegos al animar tienen algún tipo de estética papel, State of Play llevó las cosas un paso más y construyó las series para cada puzzle, las fotografiaron, y luego lo pusieron todo en movimiento por medio de código.
El resultado es un precioso juego-puzzle protagonizado por una joven intrépida que trata de resolver el misterio de su abuelo desaparecido. Lumino City nos muetra un colorido mundo construido enteramente a mano, un proceso que le da al juego gran estética y tacto. Hay una sensación de calidez que se puede dar a una historia utilizando materiales reales.
Existe un universo más allá del barquito de papel.