Los canales de la ciudad de Ámsterdam son conocidos desde el medievo como la Venecia del Norte. Formados artificialmente en el siglo XVII, articularon la distribución de la zona residencial durante varias centurias debido al crecimiento de la ciudad ocasionado con la llegada de inmigrantes procedentes de diversas partes de Europa. Su fisonomía, típica de las regiones centrales del continente, ha variado muy poco con el paso de los años, adaptándose a los cambios estilísticos que han ido surgiendo.