Uno de los lemas que todos llevamos por bandera es el de divertirse. Da igual lo que se emplee para conseguir el momento de diversión. Lo importante siempre será el resultado final. Si puede ser un instante para recordar, mejor que mejor. Desde hace años, esta tendencia está más que de moda en el mundo del arte. ¿Por qué una visita a un museo, la creación de una obra de arte o su restauración no pueden ser divertidos?