Aprovechando la semana de cine que se está viviendo en Sitges ahora mismo, os traemos este corto estrenado allí hace unos años y que fue premiado en el Fecinema.
La idea de este corto surge cuando el director, David Victori, ve una noticia en la que un hombre tira ácido a una mujer a la cara y le deja ciega; para su sorpresa, la justicia de su país le permitió vengarse. Así comenzó a divagar sobre la posible prisión que a veces conforman la venganza o la culpa.
El sabor agridulce de la venganza se mezcla con la culpa, la mochila más pesada.
Más pesada que cualquier otra piedra que podamos encontrar en el camino y cargar en nuestra espalda.
¿Merece la pena entrar en esa interminable escalera de caracol?
Entrar es fácil, salir no tanto.