Uno de los aspectos que más llama la atención de los Alpes italianos es la belleza de sus paisajes. Es lógico que muchos amantes de la vida del campo y de la montaña hayan decidido establecerse en sus inmediaciones. Una familia persa-italiana enseguida notó la conexión con el este magnífico lugar y decidió instalarse en Albino. Allí, adquirieron una villa del año 1968 y llamaron a la arquitecta Francesca Perani para que realizara la remodelación de la misma.