Hoy en día no es fácil encontrar un hogar. Los que viven de alquiler ya ni sueñan con una vivienda hecha a su gusto y medida, se conforman con pagar su mensualidad y llegar a final de mes. Y los que por fin consiguen su deseada casa están tan hipotecados que no pueden ni plantearse alquilar un apartamento de verano para olvidar las penas del resto del año. El panorama pinta mal. Pero cuando la cosa se pone negra, la solución aparece delante de nuestras narices. La casa contenedor. Así es. Se trata de reutilizar un contenedor marítimo para adaptarlo como vivienda. Aunque parezca increíble es un sistema ya presente en países como Japón, Holanda o Inglaterra. Este modelo permite ofrecer precios anticrisis, alta calidades y cortos plazos de entrega. El reciclaje es una vez más otra manera de conseguir algo sin suponer un coste extra para nuestros bolsillos.
Estas casas se pueden adaptar a las necesidades del inquilino, ya sea como residencia temporal o estable. Pudiéndose convertir en módulos de oficina.
En Inglaterra, por ejemplo, la falta de soluciones inmobiliarias obligó al Fondo de Viviendas de Brighton a convertir 36 contenedores en 36 apartamentos tipo estudio. Estos contenedores vienen con baño, cocina y tienen muros internos frisados.
Aunque el proyecto más notable de este tipo en Europa está en Keetwonen (Amsterdam), donde la empresa Tempohousing instaló 1000 contenedores/estudios para estudiantes.
[photomosaic ids=’8385,8386,8387,8389,8390′]
Pero que se pueda vivir en un contenedor no significa que se tenga que vivir sin las ventajas de la vida moderna o sin las soluciones de diseño estructurales que tan de moda están.
[photomosaic ids=’8382,8383,8384,8391′]
Sara House es una organización sin ánimo de lucro en Estados Unidos que intenta crear un sistema de viviendas sostenibles para personas con bajos ingresos. Jeffrey White es el impulsor de esta iniciativa. White se inspiró después de ver como un amigo artista lo pasaba mal encontrando una vivienda segura a bajo precio. El objetivo de este grupo es construir pequeñas comunidades de viviendas para gente con ingresos bajos a partir de contenedores y otros materiales reciclados. La casa prototipo se encuentra en Utah.
Jeffrey White ha diseñado y construido él mismo esta casa de unos 63 metros cuadrados. Una casa hecha a partir de dos contenedores marítimos y amueblada con materiales ecológicos.Unas viviendas que alcanzarán un coste de 75.000 dólares.