A veces, la vida se convierte en una espiral de circunstancias que hacen perder la alegría a cualquiera que se encuentre en esa situación. La madurez que se adquiere ante ella es la que marca el carácter de una persona de por vida.
A veces, la vida se convierte en una espiral de circunstancias que hacen perder la alegría a cualquiera que se encuentre en esa situación. La madurez que se adquiere ante ella es la que marca el carácter de una persona de por vida.
Creado con WordPress & Tema de Anders Norén