Un tres de enero de 1887 nacía en Meschede, Alemania, uno de los componentes del grupo de Munich liderado por Wassily Kandinsky y Franz Marc. August Macke se sintió muy identificado con las propuestas artísticas que corrían a principios de siglo XX por Europa Central y pronto se unió a Der Blaue Reiter, gracias a la estrecha amistad que le unía con Fraz Marc.

[photomosaic ids=»23371,23372,23373,23374,23375″]

La ruptura que marcó el Expresionismo se manifiesta a través de la revolución estética que querían llevar a cabo y que se ve afianzada por la publicación en 1912 del libro de Kandinsky “De lo espiritual en el arte”. Para Macke, este período le sirvió para consagrar su estilo y fusionarlo con las tendencias que surgían en otras ciudades y las tradiciones que permanecían vivas en ellas. Por ello, Macke viaja a París, para conocer el cubismo cromático de Delaunay y que influiría notablemente en su obra; a Holanda, tomando contacto con la tradición pictórica del país; a Italia y a Túnez, donde tomó contacto con lo exótico y la tradición oriental y que serán recurrentes en sus obras finales.

[photomosaic ids=»23376,23377,23378,23379,23380″]

Su trayectoria profesional se vería truncada con el estallido de la Primera Guerra Mundial, donde moriría tempranamente un 26 de septiembre de 1914, a la edad de 27 años, y cuyo primer centenario se ha celebrado recientemente.