La resaca de los Premios Goya 2015 ha dejado tras de sí grandes noticias que van mucho más allá de lo estrictamente cinematográfico. De la confirmación del embarazo de Macarena Gómez, el morreo de Dani Rovira a Clara Lago o el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, que paseó por la alfombra roja a su churri, la secretaria de Estado, Montserrat Gomendio Kindelan. Pero si algo genera expectación entre los más cotillas, entre los que me incluyo, es qué ocurrió después de la fiesta grande del cine español.

Esta pregunta tiene fácil respuesta: otras muchas fiestas privadas en las que los ganadores y los que se quedaron si ‘cabezón’ dan rienda suelta a sus pasiones y dejan correr el champán de copa en copa. Durante una de ellas, los protagonistas de la noche se pudieron hacer selfies en un lujoso fotomatón creado por el prestigioso fotógrafo Rankin para la ocasión, en colaboración con Johnnie Walker Gold Label Reserve.

El resultado de estas imágenes no podría ser más divertido. Desde Dani Rovira a Lolita Flores, pasando por una extrovertida y peculiar Rossy de Palma. Incluso Antonio Resines quiso tener su minuto de gloria en esta iniciativa, a la que también se sumaron Yolanda Ramos, Bárbara Lennie, Carolina Bang, Clara Lago, Hugo Silva, Paco León, Miguel Ángel Muñoz, Fran Perea, Elena Furiase, Jon Kortajarena, Manuela Vellés o los protagonistas de la serie Física o química. Angy, Andrea Duro, Úrsula Corberó y Maxi Iglesias.