Vivir en la ciudad siempre tiene ventajas e inconvenientes. Entre estos últimos, siempre está la posibilidad de no encontrar una vivienda de extensión aceptable. Todo depende del precio del suelo. Y en las ciudades ya se sabe que se disparan. Por ello, muchas parejas estudian al máximo sus posibilidades para poder sacar el máximo partido a esta inversión.