Durante el 2015 se han celebrado multitud de concursos de fotografía a lo largo y ancho del planeta. Muchas han destacado por el significado que querían transmitir, la belleza de la toma, el colorido empleado, la sutileza del paisaje, el instante capturado… Las más impactantes han salido a la luz pública y se han hecho eco en todo el mundo. Muchas otras se han quedado en el camino. Ello no quiere decir que fueran peores. Seguro que alguna de las ganadoras tampoco seduce a la totalidad de los lectores. Para gustos, los colores. Y más si de arte y cánones de belleza se tratan. Desde Malatinta proponemos un recorrido con algunas de las fotografías más impresionantes que han sido tomadas durante 2015. Aunque, con ello, se dejan otras muchas que son dignas de tener un hueco en cualquier medio de publicación.
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Empezamos viajando por Italia. El fotógrafo Renè Colella ha realizado una serie de imágenes que muestran los detalles más recónditos que pasan desapercibidos para cualquier viajero o visitante. Sus retratos de los paisajes de la Toscana, las playas de Vernazza, las vistas de San Marino o los agrestes paisajes de Riomaggiore quedan perfectamente retratados con una sutil luz crepuscular y un aire sublime de grandiosidad. Una de las imágenes más llamativas es la que realiza en la pequeña ermita de los Tres Picos en Lavaredo, captada a la luz de la casi oscuridad y donde se puede apreciar el precioso paisaje de los Tres Picos y un cielo estelar con una impresionante vista de la Vía Láctea. Simplemente, imponente.
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Y también por la geografía italiana, Hans Kruse ha realizado una serie de fotografías de la zona de los Abruzos y la Umbría donde retrata los paisajes más característicos de la zona y unas tomas de ciertos monumentos y pueblos muy pintorescos. El estudio de la luz es una de sus constantes así como la captación de la atmósfera que rodea al paisaje que captura. Aunque hay que matizar que los paisajes montañosos son su punto fuerte.
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En la zona de Füssen, en la Baviera alemana, se encuentra el castillo Schloss Neuschwanstein, célebre por ser la obra maestra del rey Luis II de Baviera. Un castillo de cuento para un entorno de ensueño. No es por ello raro que sea una de las vistas más apreciadas por fotógrafos de todo el mundo. Martin Pfister ha caído rendido ante la belleza del paisaje y ha realizado una espectacular foto del castillo que recuerda a muchos de los que aparecen descritos y narrados en los cuentos de princesas y hadas.
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Muy cerca de la frontera con Austria, a los pies de los Alpes Julianos, se encuentra la ciudad eslovena de Bled. El lago glacial en el que se ubica es considerado uno de los lugares turísticos por excelencia junto con el castillo románico, que perteneció a la Casa de Habsburgo. Para Csilla Zelko es uno de los motivos recurrente en su repertorio fotográfico y la imagen que se muestra es una de las más bellas y melancólicas que ha tomado.
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Las Islas Griegas son uno de los destinos inconfundibles para muchos viajeros. Rememorar las andanzas y los pasos de héroes como Odiseo en esos paisajes encalados y blanquecinos o recuperar el esplendor de los reinos perdidos como Knossos o Micenas transporta al viajero hasta tiempos inmemoriales, donde la historia pierde la memoria. Una de esas islas con un encanto especial es la isla de Santorini, donde una vez emergió una cultura y una civilización que desapareció de la noche a la mañana debido a una fuerte erupción volcánica que causó un increíble tsunami que llegó hasta las orillas de Egipto. El fotógrafo Andrew Thrasher ha captado con su objetivo una hermosa imagen de esta antiquísima isla, donde los restos de la civilización siguen vivos hoy en día a golpe de objetivo.
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Para terminar, una de las fotografías más sorprendentes es la que ha capturado Alexander Atoyan del río Vuoksi a su paso por tierras rusas donde se encuentra una hermosa iglesia ortodoxa, observando sus características cúpulas bizantinas allá a lo lejos, dentro de una bruma vespertina en el marco incomparable de una puesta de sol que se puede contemplar en el horizonte. Una fotografía mágica, soberbia y enigmática que convierte los paisajes del Norte de Europa en todo un escenario digno de leyenda.
Foto portada Alexey Tymoshenko