Los gatos son los reyes de Internet y el sushi el producto estrella de los últimos tiempo. Todos consumen vídeos de gatitos y a casi todos les gustan estas delicias orientales de pescado crudo y arroz. Ahora bien, desde la compañía japonesa ‘Tange y Nakimushi‘ supieron sumar dos más dos y vieron que el resultado no siempre es cuatro, porque la forma en la que han conseguido levantar un imperio en torno a esta combinación bajo el nombre de Sushi Cat ha triunfado de tal manera, que sus cuentas corrientes echan humo.

Sushi Cat, también en nigiri

Pese a lo que se pueda creer en un primer momento, estos gatitos no son comestibles o al menos preferimos hacernos a la idea de que tendrán una vida plena y feliz más allá del estómago de un amante del Sushi Cat. Hacemos este inciso, al ver a estos felinos plácidamente situados sobre una cama de arroz y con distintos elementos que dan sabor y color al producto final. A cualquiera se le abre el apetito, pero sobre todo la ternura de ver a estos simpáticos animales con una langosta o verduras a sus espaldas. También otros elementos algo menos comestibles, como puede ser un fajo de billetes, un bolso a la última en rosa chicle o guirnaldas navideñas con caramelos incluidos.

Tan populares se han hecho estos montajes fotográficos, que en un principio fueron una mera iniciativa de la compañía japonesa ‘Tange y Nakimushi’, que pronto quisieron explotar aún más su filón. La primera opción era abrir un restaurante en el que se sirviesen Sushi Cat auténtico, pero se dudó si realmente los clientes acudirían a consumir sus propuestas de la carta. Con ello, optaron por una vía algo más comercial y que ahora les granjea grandes beneficios, como vender figuras de sus creaciones gatunas, así como llaveros, carcasas para móvil y demás objetos de merchandising.