“Enfrentar poder con poder la filosofía de un Jedi no es. En esta guerra un peligro hay de nuestra identidad perder”. Estas sabias palabras las decía Yoda, que quizá intuía en la ficción las buenas artes de Michael Leavitt a la hora de transformar personajes de la mítica serie Star Wars en rostros conocidos del mundo de la política o del espectáculo. Desde Mahatma Gandhi, que se hace pasar por el mismísimo Yoda para ofrecer sus consejos a un joven Luke Staywalker, que lucha contra el Lado Oscuro como Martin Luther King, hasta Barack Obama, Oprah Winfrey, Angelina Jolie, Michael Jackson, Steve Jobs o Mike Tyson son reclutados por las fuerzas enfrentadas para decidir el futuro de la Galaxia.

Una original forma de retratar a los líderes más representativos, tal y como el propio artista estadounidense los ve. Desde la fuerza de un auténtico guerrero de Nelson Mandela como Obi-Wan Kenobi, hasta la babosa presencia de Jabba el Hutt encarnado como si el fallecido líder norcoreano Kim Jong-il se tratase. Pero en Jonathan LeVine Gallery, donde se acoge la segunda exposición de Michael Leavitt, Empire Peaks, no se han olvidado de invitar a tan especial cita a los personajes más característicos de la saga. El multimillonario Donald Trump emula a Darth Vader, el genio de la tecnología Steve Jobs como si el propio C-3PO se tratase, Albert Einstein como su compañero de aventuras RD-D2 o Charles Darwin como Chewbacca.

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Aunque lo parezca e invite a ello, no son juguetes. Horas y horas echarían los más pequeños de la casa creando historias alternativas cuando en sus manos se encuentre Angelina Jolie semidesnuda emulando a la princesa Leia. Las figuras están completamente articuladas. Además, están adornadas con todo lujo de detalles para hacer guiños a la personalidad o vivencias de sus ‘otros’ protagonistas, como un lazo rosa sobre el pecho de la citada actriz para recordar la doble mastectomía a la que se sometió a principio del presente año, al igual que los fajos de billetes de Donald Trump, que parece disfrutar del papel del líder del Lado Oscuro.

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El artista explora temas como la codicia de coleccionar objetos que han sido fabricados en serie. Unas piezas de deseo que son adoradas como ídolos y que ahora tienen más motivos para ser apreciados o no, según el famoso que tome prestada la identidad de los famosos personajes. «Con los padres de los Baby Boomers , la Generación X amamantados en las empresas comerciales y las comodidades bucólicas y nucleares, aprendimos a querer objetos de plástico barato y alcanzó en la culpa generacional de nuestros padres. En una cultura del consumismo aprendido, la compra de juguetes era nuestro nuevo para representar nuestro amor. El capitalismo se llena de deseo y demanda. La cultura, para bien o para mal, prospera a bajo crecimiento. De la redención religiosa a los objetos materiales, la codicia de masas es la fuerza impulsora del nuevo orden mundial”, considera Michael Leavitt, que trata de concienciar a gente de la realidad social reinante en la actualidad, a la vez que realiza una crítica no sólo al capitalismo, sino a algunos representantes de él o, por el contrario, a héroes que a lo largo de su vida se han enfrentado a la tiranía de un sistema que favorece sólo a una privilegiada minoría.

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